Frente a la guerra
Lo fácil sería decir que enloquecieron los jueces del Primer Tribunal Colegiado, con sede en Tamaulipas, quienes mandaron reponer el caso Ayotzinapa, otorgaron amparo a ocho presuntos criminales y ordenaron crear una Comisión de la Verdad.
Y si esos juzgadores habrían perdido la razón, lo fácil sería que el Consejo de la Judicatura los destituyera y “tan tan”.
Pero no, lo cierto es que la “descocada” resolución del colegiado tamaulipeco –entidad en la que manda el crimen organizado-, no sólo es una locura o una aberración jurídica; es un poderoso misil electoral.
Y es que detrás de la resolución judicial aparece un peligroso mensaje político-electoral que deja ver la mano del crimen organizado, por un lado y, por el otro, que está en marcha el perdón a los criminales; propuesta del candidato López Obrador.
Dicho de otro modo; resulta que un colegiado judicial le informa a los ciudadanos que, por ley, serán perdonados los matones de “Los 43” de Ayotzinapa; propuesta del candidato de Morena, quien también pidió una Comisión de la Verdad.
Pero lo más importante no es lo que dicen los “descocados” jueces del colegiado en cuestión. No, lo importante es saber lo que harán el Consejo de la Judicatura y la Suprema Corte, para acabar con la monstruosidad del colegiado tamaulipeco.
¿Y por qué es una monstruosidad?
1.- Porque el Tribunal Colegiado violenta la Constitución, en los artículos 21 y 102, al desconocer las funciones y facultades exclusivas del Ministerio Público; único encargado de buscar y presenta las pruebas para la sanción de un delito.
2.- Porque ningún juez, Tribunal Colegiado, ministro de la Corte y tampoco el Máximo Tribunal pueden secuestrar las funciones del Ministerio Público y menos le pueden ordenar ser parte de una Comisión de la Verdad junto con la CNDH.
3.- Porque someter al Ministerio Público a una Comisión de la Verdad es violentar los pilares del Sistema Penal.
5.- Porque en su resolución, el colegiado presupone desconfianza a distintas instituciones como el Ejército, la Marina, la Policía Federal e incluso al Ejecutivo Federal sin que tenga facultad alguna para ello.
6.- Porque de seguir en curso el mandato judicial del Tribunal Colegiado muy pronto podrían estar en la calle los presuntos responsables del crimen de “Los 43” de Ayotzinapa, mientras que el mensaje a la sociedad sería de total impunidad.
7.- Y, porque en el extremo de la monstruosidad, la resolución propone “una solución amistosa” para un caso como el de “Los 43”, lo que supone que para el Tribunal Colegiado la ley se maneja a contentillo.
En suma, una locura. ¿Pero quien está detrás de esa monstruosidad judicial? Ese es trabajo del Consejo de la Judicatura y de la Suprema Corte. Y deben actuar pronto, ya que el 1 de julio los ciudadanos no pueden acudir a votar con esa amenaza judicial.
Al tiempo.