Libros de ayer y hoy
El triunfo arrollador de López Obrador, no puede ni debe ser asumido como propio, por parte de legisladores electos, federales y locales. En igual forma, por quienes resultaron electos presidentes municipales, en las entidades donde habrá relevo en sus ayuntamientos. Los electores dieron su voto a candidatos para legisladores, en muchos de los casos, sin conocerlos, porque se dieron el lujo de no hacer campaña. Votaron por Morena, porque Morena es López Obrador y viceversa. Y es que López Obrador “cumple ya 40 años en la política. El único personaje de la transición que ha estado en el primer plano en las dos últimas décadas.” (José Agustín Ortíz Pinchetti. La Jornada. 8.07.18)
Esperaría de figuras representativas de Morena y de sus partidos aliados, que entre las reformas inmediatas, promuevan la consolidación del sistema de partidos, de los mecanismos de rendición de cuentas y de contrapesos, en una palabra, consolidar la Democracia, sin encarnarla en una persona.
Qué bien, que estén destacando las iniciativas favorables a los Derechos Humanos y de Género, incluyendo la despenalización de la marihuana. Pero no deben pasar por alto, que es necesario fortalecer también, la libertad de expresión y en general, el sistema de libertades, que son también derechos humanos.
Rafael Loret de Mola, en su visita a Tlaxcala, afirmó contundente: “… ante el nuevo escenario político que vivirá el país, los ciudadanos deben asumir su responsabilidad y convertirse en el factor primordial para evitar un presidencialismo autoritario…” (El Sol de Tlaxcala. 17.07.18)
Efectivamente, los electores, quienes eligieron a López Obrador y quienes no, debemos estar pendientes para evitar regresar al pasado, pero ahora bajo la figura de Morena, que Julio Hernández López (Astillero de La Jornada) ha bautizado como PRIMOR.
El EZLN es muy claro y preciso: “López Obrador aún no es presidente, ni siquiera electo, pues aún falta la declaratoria oficial… se comportan como si ya fueran gobierno… no es conveniente eso de adelantar ya su disposición de violar leyes bajo el amparo de un supuesto ‘carro completo’”… “mal hacen” quienes se autodenominan como el “cambio verdadero”… “están repitiendo los ‘usos y costumbres’ de quienes dicen haber quitado del gobierno” (político.mx)
Que conste, como rezaba un slogan de los tiempos de Sánchez Anaya: “Lo dicen, ellos”.
“Ningún presidente es pastor ni la sociedad es un rebaño… Es necesario que los mexicanos estemos por encima de los políticos y que entendamos que una vida mejor es imposible en la pasividad política o relacionándonos con los gobernantes como si fuéramos niños indefensos y sin capacidad de decisión…Toca defender como nunca… las libertades… (Vale Villa. El Financiero. 4.07.18)
Es de esperar que los grupos parlamentarios de Morena, no se comporten como rebaño. Si fuera así, adiós su traída y llevada “cuarta transformación”, porque será nuevamente, regresión. La mayoría alcanzada por Morena, si es democrática, tiene que establecer en la Constitución y en la ley, la mecánica de la gobernabilidad, abrir válvulas para los acuerdos y resoluciones, llenar vacíos que den efectividad a la pluralidad, procesen los conflictos y definan la responsabilidad con sus consecuencias, en suma, cerrar el paso a la discrecionalidad en todos los ámbitos y niveles de gobierno.
Este es el momento preciso para que tanto en los ámbitos de la sociedad, como de los partidos políticos, surjan nuevos liderazgos, que trasciendan al ámbito nacional e internacional, de lo contrario, será imposible consolidar la transición democrática en un verdadero sistema de partidos y en un sistema de instituciones.
Lo que estamos viendo en el caso electoral de Puebla y con el proceso de sanción a Morena, por lo de un fideicomiso para damnificados por el sismo, no podemos ni debemos aceptarlo. López Obrador no debe pretender convertirse en juez, pues en ambos casos, es parte y como tal debe comportarse, de lo contrario es una muy mala señal. Si eso hace ahora, ¿qué no hará siendo presidente?
En ambos casos, debe dejar que las instancias correspondientes resuelvan con entera libertad y conforme a Derecho. En el caso de Puebla, las casillas donde se contaron los votos para presidente de la República, fueron las mismas casillas dónde se contaron los votos para gobernador de dicha entidad. Si Barbosa dice que ganó, ¿porque no ha presentado sus actas de casilla?
Pero bueno, “No se puede hablar de reconciliación si solo hablamos con una esquina del país… tenemos que incluir… Hoy la cuestión no es en qué no estamos de acuerdo, sino en qué cosas sí lo estamos…” (Tatiana Clouthier. Entrevista para La Jornada. 13.07.18)
Y si estamos de acuerdo en que se aplique la Ley. Que se aplique.