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TLAXCALA, Tlax., 15 de agosto de 2018.- Tapetes de serrín de colores, diversos diseños y tamaños haciendo alusión a la Virgen María en sus diversas advocaciones, así como a diferentes personajes de la fe católicas o simples representaciones oníricas, fueron los elementos esenciales plasmados en el arte efímero que durante la noche del martes 14 y la madrugada de este miércoles 15 de agosto, miles de visitantes pudieron disfrutar en la tradicional ‘noche que nadie duerme’, la cual desde hace más de 50 años se celebra en el Pueblo Mágico de Huamantla.
Fue durante la tarde de este martes 14 de agosto, cuando las calles de Huamantla comenzaron a vestirse de colores en diseños únicos e irrepetibles, realizados a mano por artesanos locales quienes mostraron al mundo el momentáneo que ha llevado al municipio a ser conocido de manera nacional e internacional.
Conforme avanzó la tarde y cayó la noche, el número de visitantes fue aumentando, registrando la llegada de turistas nacionales e internacionales, quienes sin importar el precio, pagaron para estar presentes en una de las festividades más importantes que tiene el estado de Tlaxcala.
Al llegar la noche, las aceras de las calles eran insuficientes para albergar la presencia de miles de almas, quienes a pesar de los años y de lo conocido de esta fugaz muestra de arte, no dejan de sorprenderse al ver alguno o muchos de los tapetes que cubren los poco más de siete kilómetros que se ofrecen en honor a la Virgen de la Caridad.
Otros más apreciaban el proceso de creación, mismo que a detalle podía ser explicado por artesanos huamantlecos, a quien lo pidiera, con el único afán de compartir su arte perecedero, mismo que en más de una ocasión quedó plasmado en diversas fotografías a través de equipos profesionales, celulares o algún otro dispositivo.
“La bajada” de la Virgen de la Caridad, como se le conoce al hecho de mover del altar la figura de la madre de Jesús, para ponerla en su nicho y subirla al coche alegórico que encabezará la procesión de casi toda la noche, fue una de las actividades más esperadas de la noche por los creyentes y no creyentes que acudieron al oriental municipio de Tlaxcala, quienes además pudieron apreciar el vestuario, mismo que llega a costar hasta 120 mil pesos yesto es confeccionado a mano durante varios meses por un grupo de mujeres.
A su paso, los tapetes hechos a mano pierden su forma original y diseño, la momentánea obra de arte que fue plasmada y elaborada por horas, quizás una o cinco, desaparece a los pies al paso del alegórico transporte acompañado por turistas y fervorosos de la patrona del pueblo.
Pero la destrucción del tapete poco importa, el objetivo para el que fue creado se ha cumplido, ser alfombra para servir de paso a la Virgen a la Caridad y al mismo tiempo arrancar interjecciones de admiración, entre los habitantes quedó la satisfacción de ofrecer diversas ofrendas florales y de serrín de colores a la virgen de la Caridad, su Santa Patrona.