Poder y dinero
CDMX, 4 de febrero, 2017.- Sin duda, pareciera que la tregua concedida por el gobierno federal para evitar el “gasolinazo” de febrero, no responde a las protestas de actores políticos, empresarios, grupos y organizaciones sociales, así como ciudadanos en general; los bloqueos y saqueos que protagonizaron sistemáticamente un grupo de mercenarios para sembrar el terror y la inmovilización social en los primeros días de este año, fueron soslayados.
¿Cuál es entonces la racionalidad que motivó la decisión del presidente Enrique Peña Nieto?, de acuerdo al discurso, publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación, la decisión se fundamenta porque “durante las últimas semanas se ha observado una elevada volatilidad en diversas variables financieras debido a la incertidumbre sobre el entorno económico internacional, incluido el valor del tipo de cambio”.
Lo anterior, resulta absurdo, pues justamente el mismo argumento fue empleado en la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2017, es decir, en el documento se explicó respecto al entorno económico adverso, el cual lo caracterizaron “por una alta volatilidad en los mercados financieros globales, un crecimiento negativo de la producción industrial en Estados Unidos de América, bajos precios del petróleo y la mayor probabilidad de políticas proteccionistas en el mundo”. No obstante, a pesar del conocimiento de estas variables se aseguró que México estaba listo para iniciar con el proceso de liberación de los precios de las gasolinas.
Por ello, la suspensión temporal del gasolinazo y las presuntas medidas de austeridad no contrarrestan ni parcialmente la mencionada volatilidad, pues el incremento en los precios de la gasolina hasta de 22 por ciento a partir de comienzos de año tuvo implicaciones negativas, debido a que los mayores costos del combustible a la población generó una inflación histórica, la mayor en los últimos 18 años, al alcanzar una tasa de inflación anual de 4.78 por ciento, por lo que afectó de manera negativa el poder adquisitivo de los mexicanos, lo que se traduce además en un menor consumo privado, así lo confirmó la calificadora Moody’s. De esta manera, si bien la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) determinó mantener sin cambios el costo de los combustibles, la suspensión es temporal, es decir, aplica hasta el 11 de febrero de 2017, pues la dependencia señaló que amplió los subsidios para la gasolina, pero éstos entrarán en vigor a las 4:00 horas del 4 de febrero y vencen a la misma hora del 11 de febrero.
Así que ante la ausencia de definiciones, todavía no se puede cantar victoria… El autor es académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS; Maestro en Comunicación y Política; y Doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Comunicación y Política por la UAM Xochimilco. Ha sido periodista en medios locales y nacionales. ([email protected]).