Acompañan a la gobernadora políticos, empresarios y líderes sociales
TLAXCALA, Tlax., 14 de Diciembre de 2018.- Carente de propuestas, mínimas muestras de madurez y civilidad política, este domingo vivirá el PAN de Tlaxcala una elección interna en la que tres planillas han buscado el respaldo de los poco más de 3 mil panistas del estado, con la finalidad de renovar la Presidencia y el Comité Directivo Estatal de este instituto político.
Y es que, a decir de algunos panistas y exmilitantes del partido blanquiazul, quienes de cerca han seguido este proceso en el que hay tres propuestas representadas por Ángelo Gutiérrez, Asael Corona y Pepe Temoltzin (en perfecto orden alfábetico), ninguna de las planillas ha logrado despertar el interés de los albiazueles ni la pasión.
“No han convencido ni en su casa”, como diría un panista de cuño.
Y en casi un mes de campaña, han sido incapaces de motivar la participación de los panistas de a pie, quienes considerar que ninguno de los integrantes de esta terna tiene proyecto para enfrentar la crisis actual que vive el PAN, tras los resultados electorales de las dos últimas contiendas, y por si esto fuera poco, los tres están colgados de viejos padrinazgos y, por lo tanto, consideran que cada uno de ellos carece de identidad.
En este escenario, los conocedores de la vida interna del PAN consideran que en la elección de este domingo lo que prevalecerá serán las traiciones de última hora, la compra de votos, el acarreo de militantes a los centros de votación y, en este contexto, ganará quien logre aplicar la mayor cantidad de triquiñuelas electorales, enfrentándose una vez más los hijos del indómito Xicohténcatl contra las tácticas y técnicas del Camote Power.
Incluso, concluyen los que conocen las entrañas del PAN, ante el carente liderazgo de Carlos Carreón, actual dirigente del PAN en Tlaxcala, quien como característica principal de su administración tuvo la falta de palabra y el incumplimiento de acuerdos, se corre el riesgo de que ninguno de los tres participantes, reconozca los resultados finales, sobre todo si estos no le son favorables.
Por lo que desde ya, se vislumbra una elección cuyo final serán los tribunales, en donde habrá de calificarse el cochinero de una elección que de origen fue manoseada y enlodada.