El agua, un derecho del pueblo
Golpe a la propiedad privada… (ahora el automóvil)
La ideología del “socialismo del Siglo XXI” que hundió a Venezuela tiene algunos apóstoles en México. No son pocos y están en el gobierno.
Ya lo vimos ayer con la Ley Constitucional de Derechos Humanos y sus Garantías en la Ciudad de México, que entró en vigor el pasado 8 de febrero y en la práctica prohíbe los lanzamientos, o los acota a casos extremos.
En esos casos extremos en que se debe realizar el lanzamiento del inquilino moroso, luego de un juicio y de haberse revisado “todas las demás posibilidades” que eviten el desalojo (léase años), “las autoridades deben garantizar el adecuado realojamiento de las personas…” (artículo 60).
Será, a partir de ya, un negocio redondo invadir o no pagar.
En el caso extremo de que se desaloje al que decide no pagar, el casero lo debe indemnizar y el gobierno está obligado, por ley, a darle una “vivienda adecuada”, cerca del lugar que invadió o se quedó a residir sin pagar lo acordado en un contrato.
Se trata del mayor incentivo legal a las invasiones y a la cultura del no pago “al fifí” que es dueño de la casa donde habito.
Pura ideología. “Socialismo del Siglo XXI”, le llaman.
Sin embargo, no es el único embate contra la propiedad privada en la capital del país.
Está en preparación otro programa u ordenamiento legal que bajo el dulce nombre de “Felices los Cuatro”, obligará a compartir el automóvil en algunos sectores de la Ciudad de México.
Con Felices los Cuatro quedará prohibido que una persona sola circule en su vehículo por ciertas arterias de la capital, como son el Periférico, Viaductos y otras vialidades.
Uno de los problemas que ciertamente hay en la CDMX es el de la movilidad. Muchos coches, mucho tráfico.
La idea con Felices los Cuatro es que quien viaje en su automóvil no pueda utilizar vías primarias si va solo.
Se pretende obligar a compartir el coche con tres personas.
¿Por qué? Porque es una respuesta ideológica a un problema como la saturación de vehículos en capital.
De prosperar esta medida, que se afina y ya tiene nombre, se viola el derecho a la propiedad privada, al condicionarla en tanto sea compartida, socializada.
Una persona que circula por el Periférico ya pagó esa obra con sus impuestos y no pueden impedirle que utilice esa vía, salvo que desacate normas ambientales o alguna otra contingencia.
Y si alguien quiere viajar solo en el vehículo de su propiedad por las razones que sea, no hay autoridad que se lo pueda impedir… hasta hoy.
Viene una ley, programa o decreto, que lo prohibirá.
De esta manera se va a concretar un objetivo socialista de convertir en colectiva la propiedad privada. Aunque sea únicamente en Viaducto, Periférico o Revolución, se estará acotando un derecho por razones ideológicas.
Sería excelente que todos pudiéramos compartir el vehículo con tres personas más, pero eso no puede hacerse de manera obligatoria.
En caso de que prospere Felices los Cuatro, ¿cuál es el siguiente paso?
No es necesario ser muy listo para entenderlo. En la Ciudad de México hay demasiadas construcciones, muchas casas y la mancha urbana no aguanta más por la cantidad de servicios que demanda.
La respuesta sería: comparte tu casa.
Es la línea de una respuesta ideológica.
Las casas que son grandes, tienen muchas habitaciones y en ellas sólo vive una pareja, ¿por qué no compartirlas?
Es el mismo recurso que se quiere emplear ante el exceso de automóviles.
Aclaro que hasta el momento no conozco ninguna propuesta para poner a varias familias en un solo domicilio. Es simplemente una extrapolación de la lógica con que se quiere echar a andar “Felices los Cuatro”, que es la socialización del automóvil.
Socializar el uso de un bien privado como es el coche, da pábulo a pretender socializar otras propiedades, como la vivienda.