Libros de ayer y hoy
El Día Internacional de la Mujer se ha convertido al parecer, en un día para manifestar aprecio a las mujeres por el simple hecho de serlo, tanto que al día de hoy, las felicitaciones se parecen más a las del 10 de mayo, olvidando el verdadero sentido de la fecha.
Históricamente hemos enfrentado situaciones de discriminación y rezago por el hecho de ser mujeres. A menudo se nos considera menos capaces que los hombres y estos códigos han sido avalados por los sistemas legales y culturales que propician la desigualdad.
En pleno siglo XXI, las mujeres no son vistas como sujetos de derecho en su totalidad. La construcción y división social de los géneros, así como las relaciones inequitativas siguen siendo una realidad.
A pesar de los avances en esta materia, las mujeres continúan enfrentando situaciones de violencia y desigualdad de forma cotidiana. Los esfuerzos no se han traducido aún de manera significativa en su vida. Por eso, es importante seguir creando consciencia acerca de la importancia de la igualdad de género.
Ante esta realidad, es insostenible seguir desviando la mirada con la creencia de que se está haciendo todo lo posible por avanzar en la generación de espacios para las mujeres en todos los sectores de nuestro país.
El Día Internacional de la Mujer incrementa la visibilidad del tema y es una invitación para reflexionar acerca de dónde estamos, qué se ha hecho, hacia dónde queremos ir y qué se necesita para lograrlo. Con la celebración de la valentía y la determinación de muchas mujeres que entregaron su vida a esta causa, es necesario levantar la voz para exigir más cambios y llevar a cabo acciones concretas que nos acerquen a una sociedad más justa y equitativa.
Este 8 de marzo debemos conmemorarlo haciendo una reflexión y análisis acerca de los derechos de las mujeres y la realidad que tienen que enfrentar a diario, sin felicitaciones que fomenten estereotipos dañinos.
Necesitamos impulsar aún más el cambio cultural que permita el apuntalamiento femenino para alcanzar igualdad, una readopción de valores y un rediseño institucional para lograr un sistema mucho más completo, que penetre en todos los niveles sociales para beneficiar a todas las mujeres. Es mi opinión…