Lágrimas, tristeza y dolor por los caídos…

MORELIA, Mich., 25 de julio de 2019.- El Gobernador se dobló tres veces. Tres veces les lloró, tres veces quebrantó su voz y su discurso. Tuvo que remover los anteojos para limpiar las lágrimas durante su discurso. Germán le caló sobremanera.

Ahí no se contuvo y esbozó toda su tristeza y pesar. Se refirió a los funcionarios, pero también a los amigos, entrañables, leales a su proyecto y a las instituciones que representaban.

De Germán resaltó la entrega, disposición e idealismo. Siempre, dijo, fue un joven echado para adelante.

Le recordó en la caravana de salud, como un guardián de la salud familiar… como amigo entrañable.

A los dos pilotos, Humberto Suárez, el veracruzano y Marino de carrera, y a Arturo Esquivel, que se la hayan jugado por Míchoacán. Silvano Aureoles dijo que gracias a ellos se salvaron muchas vidas.

Y es que ambos eran los pilotos que trasladaban a los accidentados, a niños y mujeres, ancianos y hombres que se encontraban en zonas inhóspitas y debían ser trasladados a nosocomios.

Al Secretario de Seguridad Pública, el perredista le ubicó como un hombre con arrojo, de resultados, de la cultura del esfuerzo, de esos que empiezan desde abajo con base al tesón se encumbran.

El perredista destacó que el jalisience fue un factor fundamental en el proceso de pacificación en Michoacán, en la recuperación de las instituciones.

No pocos fueron los conmovidos. Aparte de las flores, cientos de ellas, las lágrimas matizaron las escenas.

Rostros afligidos, al por mayor, ojos ojerosos de tantas lágrimas, palabras entrecortadas por el nudo en la garganta, abrazos y más abrazos de consternación…

Ahí, en el marco de honores de Estado, para hombres de Estado, el mandatario prometió todo el acompañamiento a los deudos de los caídos.

Declaró luto en el gobierno y dejó en claro que el aporte de los infortunados a la vida pública de Michoacán, siempre será recordada.

Nunca, nunca en este mandato, al Gobernador se le vio tan endeble.

Tampoco una imagen con tanto dolor.

Tres veces se dobló, tres veces les lloró.

Tres salvas y una bandera por cada uno de los caídos.