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TLAXCALA, Tlax., A casi un año del anuncio de las dos Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ) en Tlaxcala, hecho por la delegada de programas sociales del gobierno federal Lorena Cuéllar Cisneros, iniciaron los trabajos después de la colocación de la primera piedra de lo que será la sede en Cuapiaxtla.
Pese a que anunció la superdelegada, fue que su construcción iniciaría a la brevedad la realidad no fue así y tardaron meses sin que se hiciera realidad este proyecto, mismo que arrancó improvisadamente en espacios sin las condiciones adecuadas como en el caso de Cuapiaxtla, donde los 70 alumnos inscritos en la carrera de ingeniería en Procesos Agroalimentarios, tomaron clases en la sala audiovisual del mismo Ayuntamiento y en la Plaza Comunitaria.
En caso contrario en Xaltocan, las condiciones no fueron mejores y los alumnos inscritos en la ingeniería Ambiental recibieron clases en un local comercial no en este municipio, sino en Yahuquemecan, toda vez que el primero tiene mayor carencia de infraestructura.
Casi a la par fueron colocadas las primeras piedras de estas dos sedes de las UBBJ, en Xaltocan el 9 de diciembre de 2019, mientras en Cuapiaxtla, fue el 18 del mismo mes y año.
Al respecto, el alcalde de Cuapiaxtla Arturo Hernández Hernández, informó que la comunidad aporto un terreno de tres hectáreas, donde el gobierno federal realizará la inversión para estos trabajos de construcción de la UBBJ y al municipio corresponderá proveer de servicios a esta institución educativa.
Sobre los avances dijo, no son mayores todavía, pero en el paso del tiempo se informará más al respecto, asimismo refirió que la mayor parte de los estudiantes de esta carrera de ingeniería de Procesos Agroalimentarios son de Cuapiaxtla y municipios aledaños, además que la convocatoria de ingreso está abierta y se han inscrito jóvenes de comunidades cercanas.
En ambos casos, las dos sedes de las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ) tienen carencias en los lugares donde se les imparte clases a los jóvenes aventurados a este proyecto hasta finales del año 2019 carecían de reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y validez oficial, pero que el boom de la llamada Cuarta Generación los atrajó.