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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de marzo de 2020.- Una encuesta mundial de la Central Sindical Internacional (CSI) sobre el Covid 19 señala que más de la mitad de los países cubiertos en la encuesta (53 por ciento) intentan contener la propagación del coronavirus con medidas de confinamiento a nivel nacional, cierre de establecimientos escolares y de comercios no esenciales.
Seis de los 15 países del G20, motores de la economía global, cerraron los comercios no esenciales entre el 17 y el 23 de marzo de 2020, pero apenas el 50 por ciento de los países tienen sanidad gratuita.
“El impacto financiero y humanitario de la pandemia de Covid 19 durará muchos años más, a menos que los gobiernos protejan a los trabajadores, las cadenas de suministro y las pequeñas empresas.
“Con el cierre de negocios y la caída de la demanda en los países del G20, que son el motor de la economía mundial, el impacto sobre las cadenas de suministro y los millones de trabajadores cuyo sustento depende de ellas, se hará sentir en las próximas semanas.
“Los líderes del G20, que mantienen una reunión virtual esta semana, no tienen excusa alguna para que les pille desprevenidos, si los trabajadores pueden anticipar ya la crisis, también deberían hacerlo los líderes mundiales. Únicamente con planificación ante una crisis humanitaria y económica en los próximos años podrán protegerse las vidas y los medios de sustento de la población y estabilizar la economía”, declaró Sharan Burrow, secretaria general de la CSI.
Las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia quedan de relieve en la primera encuesta mundial de la CSI sobre el Covid 19, a la que respondieron 109 sindicatos en 86 países, incluyendo 28 de los 36 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y 15 países del G20.
La encuesta forma parte de un seguimiento regular por parte del movimiento sindical a las respuestas de gobiernos y empleadores frente a la pandemia del Covid 19. La CSI seguirá remitiendo cuestionarios regulares a sus afiliadas en los próximos meses.
“El Covid 19 tiene consecuencias económicas generalizadas y, según la OMS, la pandemia está acelerándose. La mitad de los gobiernos cubiertos en la encuesta han cerrado los comercios no esenciales (excepto supermercados y farmacias). Seis de los 15 países de la G20 encuestados –las mayores economías del mundo– han cerrado negocios no esenciales, exceptuando supermercados y farmacias.
“Además de esas medidas necesarias, son más los países (29 por ciento) que han previsto fondos de emergencia para ayudar a las empresas que los que facilitan la concesión de bajas por enfermedad o permisos a tiempo parcial remunerados.
“Apenas el 23 por ciento de los países prevén permisos a tiempo parcial retribuidos a los cuidadores y tan solo el 21 por ciento de los países conceden bajas por enfermedad a todos o a algunos trabajadores. Las respuestas iniciales de muchos gobiernos han sido inadecuadas y, dado que la situación evoluciona rápidamente, deberán intensificarlas”, afirmó Sharan Burrow.
El personal sanitario, y trabajadores de los sectores del transporte, el comercio minorista y los servicios están entre los más afectados por la pandemia, a causa de su riesgo de exposición sumado a la escasez de equipo de protección personal.
Hay ya indicios de un desplome de las exportaciones en industrias como el textil, donde los trabajadores de la confección corren el riesgo de sufrir las consecuencias económicas ocasionadas por la intensificación de las restricciones fronterizas y la cancelación o el aplazamiento de la producción por falta de demanda de los países importadores.
“El apoyo estatal a la sanidad es vital y los gobiernos han de garantizar bajas remuneradas por enfermedad para todos los trabajadores, así como apoyo a los ingresos de manera que se mantengan los empleos para cuando se levanten las restricciones debido a la pandemia. Pese a las necesidades de millones de personas que se encuentran confinadas, tan solo en el 12 por ciento de los países se han previsto ayudas económicas y apoyo a los ingresos.
“Se necesita urgentemente que los líderes del G20 den un paso adelante y unan sus fuerzas con nosotros a través del diálogo social, en respuesta a esta crisis sanitaria y económica global. Únicamente incrementando la asistencia internacional coordinada, incluso para los países más vulnerables, podremos parar esta pandemia, que no conoce fronteras”, recalcó Burrow.