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ACAPULCO, Gro., 21 de abril de 2017.- El gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que los tiempos de violencia que se viven actualmente sólo podrán ser superados a través de la unidad y llamó a evitar la confrontación y las descalificaciones.
Durante su discurso en el acto cívico por el 103 aniversario de la gesta heroica en defensa del puerto de Veracruz, Astudillo Flores señaló que todos tenemos en común que tenemos que enfrentar adversidades, especialmente la violencia, la cual dijo no afecta sólo a unos cuantos ya que “toca arriba, toca en medio y toca abajo”.
“No son tiempos para confrontarnos entre nosotros, ni oportunidad para descalificaciones entre nosotros mismos, los retos que enfrentamos en Guerrero, en México y en el mundo sólo se podrán superar con unidad, con inteligencia y con la aportación de lo mejor de cada ciudadano y ciudadana”, expresó.
Reiteró que los problemas de desigualdad y violencia de Guerrero “no nacieron ayer”, por lo que “requieren que los abordemos bajo un espíritu de concordia, confianza y cooperación…requiere que estemos unidos y que trabajemos cada quien desde la trinchera que le corresponda”.
Héctor Astudillo apuntó que gobernar Guerrero no es un asunto sencillo y que “todos los días presenta desafíos”, pero pidió que los hechos dolorosos que suceden en la entidad deben de servir “para pensar, para proponer y para hacer”.
“Hay que responder con acciones para mejorar, aquí no hay que claudicar, hay que evitar entre nosotros la confrontación, la confrontación que lo único que provoca es debilitar instituciones y distraer a los gobernantes”, externó.
Asimismo, aseguró que su administración seguirá trabajando sin descanso para tratar de mejorar las condiciones del estado, siempre en colaboración “y con la ayuda indiscutible” de la federación y las fuerzas federales:
“La violencia y los violentos no nos pueden vencer, igual que en 1914, el gobierno de Guerrero está brazo con brazo con la Armada de México, que sin duda es una institución orgullo nacional”.
El acto cívico se llevó a cabo en las instalaciones de la Octava Región Naval, en Acapulco, donde se montó una guardia de honor en el obelisco erigido en honor al heroísmo de los cadetes de la Escuela Naval, quienes en salvaguarda de la patria hicieron frente a las tropas invasoras de Estados Unidos para conservar la soberanía nacional, misma batalla en la que perdieron la vida el teniente José Azueta Abad y el cadete Virgilio Uribe Robles.
Al evento asistió el comandante de la Octava Región Naval, Juan Guillermo Fierro Rocha; la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Magdalena Camacho Díaz; y el presidente magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, Alberto López Celis, entre otros funcionarios.