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TLAXCALA, Tlax., a 24 de Noviembre de 2016.
Quienes pagan un salario mínimo en México violan la Constitución de 1917, porque no paga ni la comida de una pareja. Y el salario mínimo ha sido, por años, una afrenta a la dignidad de los trabajadores. Por eso inquieta la propuesta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de incrementar gradualmente el salario mínimo para 2017, para que alcance los 89.35 pesos diarios.
El Artículo 123 de la Constitución Política señala en una de sus partes que “los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Con esta propuesta de aumento salarial que hizo este miércoles Gustavo de Hoyos, presidente de ese organismo privado, dijo que se adecuaría el ingreso para cubrir la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Ésta es una maniobra empresarial muy sutil, porque esta cantidad sólo podría cubrir escasamente la alimentación de una familia de cuatro personas, según los criterios del Coneval. ¿Conoce a alguien que pueda vivir con un salario mínimo? Menos podría sostener a su familia.
Enrique Cárdenas Sánchez, Economista del ITAM, con maestría y doctorado en Economía de la Universidad de Yale, y quien recibió el Premio Nacional de Economía Banamex, escribió (El Universal, 14/10/2016) un estudio en el que se pregunta si el salario mínimo cubre por lo menos lo mínimo de necesidades de un trabajador.
“Para ello, debemos ver los datos de Coneval, que marcan la línea de bienestar mínimo (sólo alimentación) en mil 334 pesos mensuales por persona, y dos mil 702 pesos como línea de bienestar urbana, que incluye también otros gastos.
“Así, el ingreso diario que debe tener una persona que se sostenga a sí misma y a una más es de 89 pesos (1334×2/30) si sólo vive de alimentos, o bien, de 180 pesos (2×2702/30) si puede cubrir los demás gastos en el ámbito urbano. En otras palabras: en nuestro salario mínimo actual de 73 pesos… hacen falta otros 16 para a no morirse de hambre, y 107 pesos para alcanzar un nivel mínimamente digno de bienestar”.
El dirigente patronal De Hoyos Walther dijo que los 36 mil empresarios aglutinados en la Coparmex proponen un aumento porcentual por la línea de inflación en este 2016 que es de entre 4.0 y 4.5 por ciento y un aumento nominal por la línea de bienestar durante 2017 de forma tan rápida como lo permita la economía, de 13.02 a 13.28 pesos.
Expuso que esta modalidad se propone por única ocasión “para recuperar lo que la inflación se llevó y la línea de bienestar”. Actualmente el salario mínimo es de 73 pesos diarios.
Viejas estadísticas informaban de la existencia de más de un millón de trabajadores sobrevivientes con este salario del miedo.
Dijo el representante patronal que la propuesta no se puede generalizar como una recuperación igual para todos los trabajadores, porque es en parte porcentual y en parte nominal, y dijo que se espera antes de concluir el año una propuesta generalizada al respecto.
De lo que se trata, insistió, es que como país se dé un paso adelante para que ninguna persona que tenga un trabajo formal padezca hambre; “Este es el objetivo de este sistema de remuneración”, señaló.
Argumentó que para ello la Coparmex hizo una consulta con todos sus socios, a fin de conocer la opinión de los empresarios respecto al tema y consideraron “indispensable” elevar el salario mínimo en el país, de tal forma que se cubra la línea de bienestar.
El 16 de diciembre de 2015, Teresa Moreno publicó en el diario 24 Horas (http://www.24-horas.mx/sueldo-mensual-del-presidente-de-conasami-de-2-mil-474-salarios-minimos/)
“El presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González Núñez, percibió durante 2015 un sueldo bruto mensual de 173 mil 436 pesos, lo que equivale a dos mil 474 salarios mínimos. Es decir, gana 19 veces más que un trabajador promedio asegurado ante el IMSS.
“Información obtenida a partir del portal de transparencia de la Conasami señala que González Núñez tiene un salario de 17 mil 409 pesos, pero percibe una compensación garantizada por 156 mil 27 pesos, lo que representa 173 mil 436 pesos en percepciones brutas al mes: 2 millones 081 mil 232 pesos al año.
Un cálculo elaborado por Teresa Moreno a partir de las cifras del Salario de Cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con datos actualizados a octubre de este año, revela que en promedio un trabajador mexicano percibe un salario de 306.41 pesos al día, lo que representa un ingreso de 9 mil 192 pesos al mes: 19 veces menos de lo que gana Basilio González Núñez.
Señala que en promedio, los 18 millones 187 mil 747 trabajadores asegurados que el IMSS reportó hasta noviembre de 2015 percibían un sueldo de 4.3 salarios mínimos al día; esto quiere decir que un mexicano promedio tendría que trabajar 18.8 años seguidos, ahorrando todo su sueldo, para completar lo que gana el encargado de la política salarial en el país (sin contar las prestaciones).
González Núñez, de 71 años, ha sido presidente de la Comisión desde 1991 y se ha reelegido cinco veces, a designación del Consejo de Representantes de la misma, conformado por 22 consejeros: 11 del sector obrero y otros 11 del sector patronal. Llegó al cargo durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari.
La puesta patronal es la de llegar a ese objetivo antes de concluir 2017, aunque si es posible desde enero mismo y de ser posible en un solo aumento, que serían unos 13 pesos, y la idea es que se apruebe en los primeros días del año, aseguró.
El estudio que divulgo el economista Enrique Cárdenas Sánchez, del ITAM, refiere que el salario mínimo en 1969 era de 185 pesos diarios a precios de hoy. Hoy sólo es de 73 pesos. En los años de expansión petrolera, aumentó a más de 250 pesos diarios (a precios actuales), pero en 1981 bajó a 226 pesos. Luego, a partir de la crisis de la deuda en 1982, la enorme inflación y la contracción macroeconómica que siguió, el salario mínimo, a precios de hoy, se colapsó a 71.50 pesos en 1996 (a precios actuales).
Durante esos años de alta inflación, el gobierno utilizó el control a los salarios y su influencia para mandar señales al resto de los mercados: se convirtió en un ancla para controlar la inflación. Por ello su poder adquisitivo cayó tanto.
Cárdenas Sánchez señala que en términos reales el salario mínimo quedó estancado prácticamente hasta hoy y fluctúa entre 69 y 73 pesos, a pesar de las ganancias en productividad que ha experimentado la economía. Ésa ha sido la trayectoria de los salarios mínimos a precios actuales por casi cincuenta años.
“El establecimiento del salario mínimo legal en México ocurrió con la promulgación de la Constitución de 1917. En aquel momento, el nuestro era uno de los poquísimos países que lo habían incorporado: Nueva Zelanda en 1894, Australia en 1896, y el Reino Unido en 1910. Después, tengo entendido, siguió México. El establecimiento del salario mínimo obedeció a la enorme pérdida de poder adquisitivo de los salarios que había ocurrido a lo largo del conflicto armado, pues se desató lo que podríamos llamar una hiperinflación. Nunca hemos tenido un evento semejante en nuestra historia”.
Desde entonces a la fecha, siempre se definió al salario mínimo como aquel que debía ser suficiente para sostener dignamente a un trabajador y a su familia, nada más, pero nada menos. Así, a partir de una reivindicación social, el salario mínimo se ha utilizado de diversas maneras en el tiempo. De la década de los cuarenta a fines de los sesenta se logró incorporar en el salario mínimo una parte de la productividad que generaba el trabajador, lo que permitió que aumentara su poder adquisitivo.