Historias Surrealistas/Javier Velázquez Flores
● Se le va de las manos San Luis Potosí a Carreras, el estado con la mayor percepción de inseguridad
El argumento de los gobernadores de la Alianza Federalista es contundente: “Llámese como se llame, recoger o confiscar, el Estado se apropia de la totalidad del patrimonio de 109 personas jurídicas cuando nadie puede ser privado de sus bienes y derechos sin juicio con las formalidades esenciales del procedimiento y conforme leyes expedidas con anterioridad al hecho”.
Al parecer no se dio cuenta Andrés Manuel López Obrador que con el atraco a los fideicomisos abrió cientos de frentes. Ya sea por ignorancia, pésima asesoría o los oídos sordos que suele poner cuando está casado con una idea, esta guerra le está costando lo incalculable.
Al disparar en redondo a un sinnúmero de sectores, desde científicos, artísticos, agrícolas, tecnológicos, jubilados, mineros y más, es imposible no equivocarse en la tabula rasa, además de que en su administración está rodeado de personajes que vivieron de estos fondos, y no precisamente de forma deshonesta, como trata la insidia narrativa de López Obrador.
El desgastado argumento de la lucha anticorrupción, cuando María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, fue beneficiada con más de 17 millones de pesos de los fideicomisos en diversos proyectos de investigación científica, es la pólvora más mojada con la que ha cargado su cabuz para ‘aniquilar’ a sus adversarios.
Peor aún, la infame pregunta sembrada, me aseguran que por el vocero Jesús Ramírez Cuevas, en la conferencia mañanera, vía el peor sujeto que pudo haber encontrado para eso, Carlos Pozos alias ‘Lord Molécula’, son verdaderas patadas de ahogado para implicar en un complot imaginario al coordinador parlamentario del PAN en San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks.
El ex gobernador guanajuatense fue el primer señalamiento del pseudo periodista palero para “preguntar al Presidente de todos los mexicanos si investigaría a los ex directores del Conacyt”, entre los que está Romero Hicks, Enrique Villa Rivera, también ex director del Politécnico y Enrique Cabrero.
Este tipo de montajes inicia con una pregunta para el lucimiento presidencial con algún tema de especial interés para la agenda política. Así se trató de ocultar la doble moral de Álvarez-Buylla al ser beneficiada en tiempos pretéritos de los fideicomisos y ahora cargar el hacha del verdugo.
No obstante este tema le queda como anillo al dedo a los federalistas que en un pronunciamiento fueron especialmente claridosos: “El Presidente de la República nuevamente se refirió en forma insidiosa a quienes se oponen a la extinción de 109 fideicomisos.
Sorprenden dos cosas de esta afirmación: primero, todos estos fideicomisos son auditables desde 2015 y cuentan con reglas y controles rigurosos”.”
Segundo, ¿desde cuál calidad moral el Gobierno de la República puede hablar en serio del combate a la corrupción cuando éste sólo se reduce al escarnio público y su manejo mediático con propósitos electorales?”.
El remate de los federalistas le recuerda a Andrés Manuel que al juramentarse presidente juró defender y hacer defender a la Constitución y las leyes que de ella emanen: “Categóricamente niega defender la corrupción que pudiera presentarse en cualquier fideicomiso y que, de haberla, debe ser acreditada bajo el debido proceso de ley”.
Punto.Se le va de las manos San Luis Potosí a Carreras, el estado con la mayor percepción de inseguridadSi el presidente López Obrador piensa que algo raro pasa en San Luis Potosí por el disparado incremento del crimen organizado, la crudeza de los datos le dan la razón, según la última encuesta de Massive Caller.
En resumen los números del estudio de campo dicen que San Luis se le fue de las manos al gobernador Juan Manuel Carreras, en lo hechos entregado a la Cuarta Transformación, con la esperanza de no ser investigado y llevado a tribunales, una vez que termine su mandato.Y no hay más estados sino San Luis estuviera más abajo de la posición 32 en percepción de inseguridad con 58.2%, nada más y nada menos que diez posiciones abajo del peligrosísimo Morelos (40.5%) del impresentable Cuahutémoc Blanco Bravo.
En la desesperación los potosinos piden a gritos un perfil profesional y con experiencia que pueda regresar la paz al estado, que de nuevo puedan salir a las calles con la usual tranquilidad que los caracterizó, con un buen gobierno.