Explosión de pipa paraliza el tránsito en el Arco Norte
MORELIA, Mich., 20 de noviembre de 2020.- A pesar de los 31 años de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, aún no podemos conmemorar con orgullo este día por la violencia que viven las niñas, niños y adolescentes en todos los entornos en los que viven, conviven y se desarrollan.
Cuando México ratificó dicha Convención en 1990, se comprometió a adoptar las medidas necesarias y urgentes para proteger los derechos de la niñez y la adolescencia.
A más de tres décadas, continuamos teniendo una gran deuda con las niñas y niños en el país.
De acuerdo con un comunicado de prensa, esta fecha dista de poder verse como una celebración en nuestro país, y sigue siendo un recordatorio del largo camino que falta para lograr el respeto, protección, promoción y garantía de sus derechos, porque:
La violencia contra la niñez en el país es una constante, y la crisis por COVID-19 ha agravado esta problemática. Tan sólo de enero a septiembre de este año, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha contabilizado, 531,000 incidentes de violencia familiar, a través del número de llamadas de emergencias 9-1-1 [7].
Ante este panorama, la niñez en México continúa siendo afectada de forma grave e irreversible en todas sus etapas de desarrollo y en los ámbitos físico, social, cognitivo, emocional y conductual. Por ello, es necesario tomar todas las medidas para prevenir y brindar atención a quienes son víctimas de dichas situaciones, evitar el aumento de la violencia en los hogares y prohibir en todos los entornos el castigo físico y el trato humillante.
Reconocemos los avances que el Estado Mexicano ha realizado a favor de los derechos de niñas, niños y adolescentes, tal como la aprobación unánime por el Senado de la República para la modificación a la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal con el fin de prohibir el castigo corporal y humillante como método de crianza y disciplina. Sin embargo, este solo es un paso en el largo camino legislativo, de política pública, de acciones, sociales y colectivas que nos queda por delante.
Es por ello, que el Colectivo “Uniendo Esfuerzos por La Niñez” hace un llamado:
1) Al Congreso de la Unión a priorizar la revisión y aprobación de la minuta que reforma la LGDNNA y el Código Civil Federal, para prohibir el castigo corporal y humillante.
2) A los poderes de la unión y a los tres niveles de gobierno a realizar, de acuerdo a sus competencias, todas las acciones legislativas, programáticas, administrativas y presupuestales en favor de la prohibición, prevención y atención del castigo corporal y humillante, así como, a casos de violencia al interior de los hogares.
3) A la iniciativa privada, medios de comunicación, sector académico y sociedad en general a sensibilizarnos ante las implicaciones y el gran impacto que el castigo corporal y humillante genera en niñas, niños y adolescentes, y promover formas de crianza desde el respeto a sus derechos humanos.
Aldeas Infantiles SOS, Child Fund, World Vision y Save the Children están comprometidos con la protección y defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes en nuestro país por lo que este día hacemos un urgente recordatorio de los pendientes que el Estado mexicano tiene para garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia. Urgimos a todos los gobiernos y sociedad a rechazar, no aceptar ni normalizar el castigo físico y trato humillante, puesto que conlleva a consecuencias severas en la dignidad, integridad, el pleno desarrollo y supervivencia de la niñez y adolescencia.
Todas las niñas, niños y adolescentes tienen el derecho a la protección contra los castigos corporales y otras formas de tratos crueles o degradantes. Por su parte, el Estado tiene la obligación explícita de actuar rápidamente para prohibir y eliminar toda forma de violencia contra la niñez, incluyendo el castigo corporal y humillante.
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