Avanza 84% el proceso de selección de aspirantes al Poder Judicial
Morelia, Mich., 17 de mayo, 2017. -¿Qué se puede hacer para que los periodistas y la sociedad en general cuenten con mayor seguridad? Lo primero es eliminar la corrupción en los tres órdenes de gobierno; limpiar las instituciones responsables de garantizar seguridad; mejorar las condiciones de vida y construir una sociedad más equitativa, preparada, justa, y evidentemente aplicar una estrategia efectiva contra la delincuencia.
Eso no es posible, y menos en el corto tiempo. Si al menos las tres últimas administraciones intentaron hacer algo, como así lo aseguraron, ¿por qué no lograron algún avance significativo? La razón es sencilla: las estrategias fallaron, fueron rebasadas las autoridades, y finalmente se optó por la simulación.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que este miércoles se llevará a cabo una reunión con todos los gobernadores para analizar medidas de seguridad que garanticen la protección de periodistas del país. “Tenemos que actuar juntos para garantizar en todo el territorio para que los periodistas puedan ejercer su labor”.
Para completar el cuadro, el Congreso de Michoacán pretende aprobar una ley para protección a periodistas, suena totalmente fantasioso, por la sencilla razón que es imposible proteger a los periodistas como es imposible proteger a los ciudadanos. Incluso ha habido aberraciones, como lo hizo la anterior legislatura cuando mandó imprimir un manual de protección periodistas. Lo distribuyeron entre comunicadores que cubren el Congreso local y el gobierno de la entidad, y asunto resuelto.
Como si quienes cubrieron el levantamiento armado de grupos de autodefensas no supieran el riesgo que corrían, y nadie les explicó que de pronto había enfrentamientos, ni que había personajes del narco que a veces no les gustaba lo que publicaban algunos medios; ni tampoco que han habido funcionarios con actitudes sospechosas. ¿Quién te puede proteger de todos esos riesgos?
Suena a demagogia, siempre hay respuestas inmediatas cuando hay presión social, después todo se olvida. De hecho ya nadie hablaba de la muerte de la corresponsal del diario La Jornada, Miroslava Breach. En este momento porque acaba de ocurrir el asesinato de otro corresponsal de Las Jornada. Pero lo cierto es que no hay varita mágica. Lo que se debió hacer paulatinamente desde hace décadas, nunca se hizo. Lo demás es querer tapar el sol con un dedo.