La renuncia digna de un ministro
Crece el suicidio como problema de salud pública
“El suicidio sólo debe mirarse como una
debilidad del hombre, porque
Indudablemente es más fácil morir que
soportar sin tregua una vida llena
de amarguras”: Goethe (1749-1832)
En México, al igual que en el resto del mundo, aumentaron en alrededor del 20% los suicidios a causa de
la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, afirmó Edilberto Peña, neuropsiquiatra y maestro en
Ciencias Médicas.
Otros indicadores muestran que se ha incrementado la demanda de consulta por problemas mentales
en 30%, como es el caso del Instituto Nacional de Psiquiatría..
Conforme a proyecciones estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 800 mil
personas se suicidaron el año pasado en el mundo, lo que representa una muerte cada 40 segundos.
Sin embargo, existen evidencias que la mortalidad por esta causa fue superior debido al Covid 19.
La letalidad por muertes autoinfligidas aumentó a la par que los fallecimientos por Covid-19, pero ambos casos presentan datos incompletos debido a que pocos países siguen la misma metodología para
su cómputo. Respecto a las cifras de mortalidad por Covid-19, esta fue de 1.8 millones de personas en 2020, pero incluye sólo casos confirmados con prueba de detección.
En todo el mundo es insuficiente la disponibilidad y calidad de los datos sobre el suicidio y los intentos de suicidio: sólo 80 de los 193 miembros de la OMS disponen de datos de registro civil de buena calidad
que se pueden utilizar directamente para estimar tasas de suicidio.
Sin embargo, se complica la transparencia de los datos sobre mortalidad suicida, pues además de los tabús sociales está la naturaleza moral y legal de la causa de defunción y su connotación en cada nación, lo que hace que se subnotifiquen o clasifiquen de forma errónea los casos.
Las estrategias eficaces de prevención requieren fortalecer la vigilancia y seguimiento de los suicidios y
sus intentos.
Las diferencias transnacionales en los patrones de suicidio y los cambios en las tasas, características y métodos de suicidio ponen de relieve la necesidad de que cada país mejore la integridad, calidad y oportunidad de sus datos concernientes a este tema.
Esto incluye el registro civil de suicidios, los registros hospitalarios de intentos, y los estudios representativos a escala nacional que recopilen información sobre tentativas de suicidio autonotificados.
En México la tasa de suicidios pasó, en 10
años, de 3 a 5.4 por cada 100 mil habitantes
En México, la tasa nacional de suicidio en una década pasó de 3 a 5.4 por cada 100,000 habitantes, en
2018, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El problema en el periodo de referencia muestra un cambio en la población afectada.
Antes los adultos mayores eran quienes más atentaban contra su vida, ahora son adultos, de 30 a 49 años, en plena edad productiva quienes representan el 46%; y aumentan las víctimas jóvenes entre
18 y 29 años, con 34% y las niñas, niños y adolescentes entre 10 y 17 años de edad, con 10% del total.
Prevalecen los casos en hombres, quienes tienen una tasa de 8.9 fallecimientos por cada 100 mil casos, mientras que en el caso de las mujeres, la proporción es de 2 por cada 100 mil.
Llama la atención que en el grupo de niños y adolescentes se reduce la distancia entre géneros: de cada 10 víctimas seis fueron hombres y cuatro mujeres; 9 de cada 10 muertes fueron por ahorcamiento,
estrangulamiento o sofocación.
La directora de Normatividad y Coordinación Institucional del Secretariado Técnico del Consejo Nacional
de Salud Mental, Diana Iris Tejadilla Orozco, informó que en 2019 en México se presentaron 4,183 casos de suicidio consumado y 5,464 intentos.
En el primer semestre de 2020 se registraron 2,130 casos y 3,665 intentos. Los estados con mayor incidencia fueron: Jalisco, Guanajuato y Chihuahua.
Según el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio las principales causas de atentar contra la
vida fueron: estrés con 39%; emociones con 26; pensamientos dañinos con 14; crisis con 15; violencia con 4 y usos de sustancias también con 4%.
A los principales factores de suicidio: transtornos mentales, neuorológicos, abusos de substancias -alcoholismo, drogas, etc.-, víctimas de violencia o abandono, se suman los duelos a causa de pérdidas humanas de forma abrupta -sin ritual ni despedida-, la ansiedad por la pérdida de rutinas, formas de
vida y la desesperanza.
Aparecen formas más severas de estrés por miedo al contagio -especialmente en el personal de salud-, depresión por el confinamiento, problemas financieros, caos y ruptura en relaciones de pareja o
interfamilia.
A las causas psicológicas de dolor hay que agregar las físicas por la desatención y falta de medicación por parte del Sistema Nacional de Salud a enfermedades como cáncer, VIH/SIDA, insuficiencia renal,
padecimientos autoinmunes y crónico degenerativos.
Un nuevo rubro también habrá de ser estudiado: los enfermos de Covid-19 presentan secuelas en su salud física y mental después de su alta médica, la recuperación del estrés postraumático amerita la atención de especialistas, así como posibles secuelas neurológicas.
El suicido, problema grave
de salud pública
El suicidio es un problema complejo y, consecuentemente, las actividades de prevención exigen la
coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación, trabajo, agricultura, comercio, justicia, derecho, defensa, política y medios de comunicación; sin
embargo sólo 38 naciones cuentan con un plan de acción integral en la materia.
Las actividades deben ser amplias e integradas, recomienda la OMS, dado que ningún enfoque individual puede tener efecto en una cuestión tan compleja como el suicidio.
Considera que las autoridades sanitarias y de salud deben proveer de información responsable a los medios de comunicación, impulsar intervenciones escolares con guías psicológicas para padres y
escolares, promover programas preventivos contra adicciones y violencia intrafamiliar, entre otras
actividades.
Además, se deben identificar de forma temprana, tratar y brindar atención a personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo, así como dar
seguimiento a la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse y brindarles apoyo comunitario.
El Programa para Prevenir
el Suicidio en México
El 10 de septiembre de 2020, la Secretaría de Salud (SSA) anunció el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio (PNPS), en el marco de la Conferencia de la pandemia de Covid-19.
El PNPS incluye cuatro ejes: el primero, crear un sistema integral homologado de reportes estatales mensuales y gestiones de información con epidemiología de sistemas de información en salud.
El segundo, lograr la intervención intersectorial eficaz, para ello creó una red conformada por la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones, Brigadas de Apoyo en Salud Mental, el contacto
joven con el Instituto Mexicano de la Juventud, La Línea de la Vida de la Comisión Nacional contra las
Adicciones y la Línea del Suicidio de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El tercero comprende la capacitación para disponer del personal preparado para proporcionar una respuesta efectiva ante estas situaciones.
Con ese fin se realizaron La Semana Académica de la Prevención del Suicidio, un Módulo de Autolesiones y Suicidio; así como un Diplomado sobre el Manejo
de la Conducta Suicida.
Y el cuarto eje consiste en impulsar la investigación aplicada a necesidades, por lo que se conformó el Grupo Interinstitucional de Investigación y hay proyectos que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología está realizando.
Es necesario que pronto conozcamos los resultados de este programa asi como los detalles de su organización y financiamientio.
También es deseable nos informe sobre sus avances para beneficiarnos de la experiencia internacional en este sensible problema.
Atención telefónica gratuita para la prevención del suicidio
El Consejo Ciudadano brinda contención emocional, asesoría psicológica y jurídica en su línea de seguridad y chat de confianza: 5555335533.
La Red de Atención en Salud Mental, en la Línea de Vida 8009112000, asesorada por trabajadores sociales y psicólogos a cualquier persona que lo requiera.
La Facultad de Psicología de la UNAM, dispone de un Programa de Atención Psicológica a Distancia, en el
5550250855.
La Facultad de .Medicina, a través del departamento de Psiquiatría y Salud Mental, dispone de la línea
5556232127 para atención del público que requiere apoyo emocional.