Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
El humor, remedio infalible
Sin pudor tomo prestado el título de aquella deliciosa seccioncilla del Selecciones para compartir con los lectores una serie de lenes chascarrillos (Catón dixit) que fue lo único que pude pergeñar para la entrega de JdO esta semana. ¡Salud!
Conversación real grabada de la frecuencia de emergencia marítima canal 106, en la costa de Yucatán, México, entre yucatecos y gringos, el 16 de octubre de 1997.
Yucatecos: (ruido de fondo): “Les habla ‘El Palmar’, por favor, desvíen su rumbo quince grados este para evitar colisionarnos. Se aproximan directo hacia nosotros, distancia 25 millas náuticas”.
Gringos: (ruido de fondo): “Recomendamos que desvíen su rumbo quince grados oeste para evitar colisión”.
Yucatecos: “Negativo. Repetimos, desvíen su rumbo quince grados este para evitar colisión”.
Gringos: (otra voz): “Al habla el capitán de un navío de los Estados Unidos de América. Insistimos, desvíen ustedes su rumbo quince grados oeste para evitar colisión”.
Yucatecos: “No lo consideramos factible ni conveniente. Les sugerimos que desvíen su rumbo quince grados este para evitar colisionarnos”.
Gringo: (muy caliente): “Les habla el capitán Richard James Howard, al mando del portaaviones USS Lincoln de la marina de los Estados Unidos, el segundo navío de guerra más grande de la flota estadounidense. Nos escoltan dos acorazados, seis destructores, cinco cruceros, cuatro submarinos y numerosas embarcaciones de apoyo. Nos dirigimos hacia aguas del Golfo Pérsico para preparar maniobras militares ante una eventual ofensiva de Irak. No les sugiero, ¡les ordeno que desvíen su curso quince grados oeste! En caso contrario nos veremos obligados a tomar las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad de este buque y de la fuerza de esta coalición. Ustedes pertenecen a un país aliado y vecino. Por favor, ¡obedezcan inmediatamente y quítense de nuestro camino!”
Yucatecos : “Les habla Juan Diego Ek García. Somos dos personas. Nos escoltan nuestro perro, nuestra comida, dos cervezas y un loro que ahora está durmiendo. Tenemos el apoyo de la Secretaria de Marina Armada de México y el canal 106 de emergencia marítimas. No nos dirigimos a ningún lado ya que les hablamos desde tierra firme. Estamos en el faro ‘El Palmar’, en Celestún, Yucatán. No tenemos la más p… idea de en qué puesto estamos en el ranking de faros. Pueden tomar las medidas que consideren oportunas y les dé la p… gana para garantizar la seguridad de su buque de m…, que va a valer madre contra las rocas, por lo que volvemos a insistir y le sugerimos que lo mejor, mas sano y más recomendable es que ¡desvíen su rumbo quince grados este para evitar colisionarnos!”
Gringos: “Bien. Recibido. Gracias.”
De vez en vez nos llegan noticias a las que el adjetivo “inefable” va como anillo al dedo. Vean ustedes este relato de la madre patria que no tiene desperdicio.
Sevilla (Colpisa).- Un vecino de la localidad gaditana de San Roque solicita una indemnización por la muerte de una vaca, cuando huía del acoso sexual de un burro propiedad de la corporación municipal. El propietario de la vaca alega que el asno entró en su terreno persiguiendo a su animal con intenciones deshonestas, y éste, al tratar de escapar del acoso, cayó por un terraplén como consecuencia de lo cual murió.
La demanda del vecino señala que el burro entró en su terreno acosando sexualmente a la vaca, mientras que el Ayuntamiento considera que la vaca provocó al asno. José Lara, concejal del Ayuntamiento de San Roque, explica su versión de los hechos: “Se trata de un burro joven, con mucha fuerza y claro, al salir la vaca completamente desnuda, con las tetas al aire, pues igual el animal se salió de madre y embistió”. Serán los servicios jurídicos del Ayuntamiento los que tendrán que decidir si hubo realmente acoso sexual por parte del burro.
Hace poco acumulé una primavera más de vida, o un año menos, según se mire. Aquí las reflexiones que me hizo llegar un sobrino de YSQ:
Ventajas de haber superado el medio siglo o algo más: a) te vale madres el curriculum; b) si eres parte de un grupo de rehenes, serás de los primeros en ser liberado; c) no tienes que ceder tu asiento a ningún anciano; d) ya no eres hipocondríaco, ahora sí estás enfermo; e) ya no tienes nada que aprender para el largo y difícil camino de la vida; f) tu seguro de gastos médicos mayores comienza a valer la pena; g) tus articulaciones pronostican el tiempo mejor que los meteorólogos; h) tus secretos están seguros con tus amigos; ellos tampoco se acuerdan; i) tu dotación de neuronas activas llegó, por fin, a una cantidad manejable; j) puedes vivir sin sexo… ¡pero no sin tus anteojos!; k) si haces una fiesta, tus vecinos ni se enteran; l) tu ropa jamás pasa de moda; m) los pecados capitales han cambiado y la “lujuria” es ahora “pereza”; n) en breve, no recordarás quien te mandó este mail, pero tampoco a él le importa, porque también ya lo olvidó…
A propósito del lamentable nivel de conocimiento de historia de nuestra clase gobernante, una lectora me manda una anécdota que jura es verdadera. Da nombre, clave y ubicación de la escuela e identifica a los personajes, pero me pide guardar en reserva esa información, por razones que el lector apreciará:
Un inspector de la SEP se presentó en el plantel para evaluar la materia de historia. Bajo la supervisión de un profesor, interrogó a un alumno elegido al azar: “¿Me podrías decir el nombre de la persona que quemó la puerta de la entrada de la Alhóndiga de Granaditas?” El joven bajó la cabeza. Estaba nervioso y sudaba.
-Bueno si no me puedes decir el nombre, dime al menos su apodo.
-La verdad no lo sé, pero le aseguro, por mi madre santa, ¡que yo no fui!
Otro joven tomó la palabra y dijo: “Inspector, yo conozco a Luis desde hace más de 5 años y es uno de los chicos más tranquilos de esta colonia, yo le puedo asegurar que él no fue”. El inspector imaginó que se trataba de una broma y ordenó a los chicos ir a la dirección de la escuela. El maestro intervino: “Señor inspector, estoy seguro que ellos no fueron, ambos son muy tranquilos y si no se saben el apodo, ni el nombre del que quemó la puerta de la Alhóndiga, es porque ellos no se juntan con pandillas… Estoy casi seguro que eso más bien lo hicieron los del turno de la tarde”.
El Inspector no se pudo contener y salió hecho una furia a la dirección, en donde dijo que pedirá la remoción del maestro. Pero el director, alarmado, objetó: “No haga eso. Además de impartir historia, ese maestro también da biología, civismo y literatura, nunca falta a clases y ya lleva aquí 14 años trabajando. En esta colonia no es fácil conseguir maestros, además tenemos el problema del Sindicato, que se nos echaría encima. Mejor dígame qué tan dañada quedó la puerta por el incendio y veremos si se puede reparar, y si no pues ya en última instancia hacemos una cooperacha entre maestros y padres de familia y mandamos comprar una puerta nueva para la Alhóndiga. Total, ¿qué tan cara puede salir?”
Tan, tan.