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CDMX, 31 de mayo, 2017.- La primera alternancia electoral tuvo lugar en Baja California en 1989, y después en Guanajuato y Chihuahua. Por otra parte, hay estados que han presentado una gran resistencia, y se han constituido en bastiones del PRI uno de ellos es Coahuila.
En esa entidad el próximo 4 de junio renovarán la gubernatura del estado, el congreso y los 38 ayuntamientos. El 2.4% del electorado del país está en Coahuila, compuesto por una lista nominal de poco más de dos millones de electores. En estas elecciones se elegirá al próximo gobernador del estado, un puesto que no conoce otra bandera que no sea la del PRI.
Habrá elecciones también para renovar a los presidentes de las 38 alcaldías que componen la entidad. En este apartado sí hay mucha más diversidad de colores, aunque el PRI sigue dominando con 28 el Partido Acción Nacional (PAN) tiene ocho, el Partido Verde Ecologista (PVEM) tiene una y la agrupación local Unidad Democrática de Coahuila (UDC) también tiene una.
En el congreso local, el PRI también es amplio dominador con 16 escaños, seguido por el PAN con 4 y el PVEM, Nueva Alianza, el Partido Socialdemócrata Independiente, el Partido Primero Coahuila (PPC) y el UDC todos con una plaza. Los lugares en el congreso local, estará compuesto por 16 diputados elegidos a través del sufragio y nueve por el principio de representación proporcional (plurinominales).
A 28 años de la primera alternancia política en Baja California, se aprecia que el pluralismo partidario ha logrado avances sustantivos, tanto en el origen del partido de los gobernadores. Esto ha propiciado una declinación clara de los regímenes estatales de hegemonía priista. Coahuila es el único estado donde el PRI conserva la gubernatura y la mayoría, de 50 por ciento más uno, del congreso local. En 2010, Puebla y Sinaloa rompieron el esquema de partido hegemónico sostenido hasta entonces.
Existe la posibilidad de que en las siguientes elecciones suceda lo mismo en otros estados, así como en los que han incursionado en el régimen dividido vuelvan a la hegemonía del PRI o incluso evolucionen hacia el dominio de otros partidos.
En esto no parece haber algo predeterminado, y es tema de discusión y análisis si los factores determinantes son la fortaleza de la sociedad civil, el partido del presidente de la república, el marco legislativo y las libertades cívicas o algún otro. Lo que parece quedar claro es la tendencia mostrada de 1989 a 2017 a un mayor pluralismo partidario en los gobiernos estatales, y a una diversidad mayor con la hasta ahora excepción de Coahuila.