Gobierno de México presenta la Plataforma, Receta Completa, del IMSS
CANCÚN, QRoo, 16 de julio de 2021.- Ante la llegada del Covid 19 Delta y el aumento de contagios y decesos de infantes a nivel mundial, se reportó que hay 23 millones de niños sin vacuna, y uno de los países que no ha vacunado a niños y niñas es México, a diferencia de otras naciones centroamericanas y sudamericanas.
Según dos organismos de la ONU, la administración Covid 19 no debe hacerse a costa de las inmunizaciones infantiles.
En 2020 se registró el mayor retroceso mundial observado desde 2009 en materia de vacunación infantil, con unos 23 millones de niños que no recibieron las inmunizaciones infantiles básicas, informaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En el caso de México, el gobierno federal está ordenando que los infantes entren ya a escuelas, pero meses atrás se vio lo riesgoso de la medida, al verse contagiados alumnos en estados que implementaron la orden, como Campeche, en el sureste mexicano.
Ahora se anunció que iniciarán clases en agosto, pero los niños mexicanos carecen de vacunas.
Los organismos de la ONU especificaron que 3,5 millones adicionales de niños no recibieron su primera dosis contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, mientras que tres millones más no fueron vacunados con su primera dosis contra el sarampión.
Millones más no recibieron las inmunizaciones que se administran después de esas primeras dosis.
Ante ello, el director general de la Organización Mundial de la Salud llamó la atención sobre el peligro de dejar desprotegidos a los niños frente a enfermedades tan devastadoras como prevenibles, entre ellas el sarampión, la poliomielitis o la meningitis.
“La aparición de brotes múltiples de enfermedades sería catastrófica para las comunidades y los sistemas de salud que ya están luchando contra el Covid 19, por lo que es más urgente que nunca invertir en la vacunación infantil y garantizar que se atienda a todos los niños”, aseveró Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los retrocesos ocurrieron prácticamente en todos los países, aunque los descensos más pronunciados de vacunación sucedieron en zonas afectadas por conflictos y en entornos remotos o marginados que sufren grandes carencias y acceso limitado a todos los servicios básicos.
En América Latina, México mostró el mayor retroceso al aumentar en 106.000 los niños sin inmunizaciones en 2020, refieren. La OMS y UNICEF destacaron que los números han revelado que la proporción de niños sin la protección de al menos algunas vacunas subió.
Por su parte, Gavi, la Alianza para las vacunas, se refirió a las cifras como alarmantes porque sugieren que la pandemia está echando por tierra años de progreso en la inmunización sistemática y exponiendo a millones de niños a enfermedades mortales y prevenibles.
El doctor Seth Berkley, director de Gavi, afirmó que se trata de una llamada de atención. “No podemos permitir que el legado del Covid 19 suponga el resurgimiento del sarampión, la poliomielitis y otras enfermedades mortales. Todos debemos trabajar juntos para ayudar a los países a derrotar la pandemia, garantizando un acceso mundial y equitativo a las vacunas, y para volver a poner en marcha los programas de inmunización sistemática. La salud y el bienestar futuros de millones de niños y sus comunidades en todo el mundo dependen de ello”, destacó. En el mismo tenor, la directora ejecutiva de Unicef sostuvo que los datos “deberían ser una clara advertencia”.
“La pandemia de Covid 19 y las perturbaciones relacionadas con ella nos han hecho perder un terreno valioso, y las consecuencias se pagarán en las vidas y el bienestar de los más vulnerables, algo que no podemos permitirnos”, afirmó Henrietta Fore.
La responsable de Unicef recordó que ya antes de la pandemia, había señales preocupantes de que se empezaba a perder terreno en la lucha por la inmunización contra las enfermedades infantiles prevenibles, y citó los brotes generalizados de sarampión que se produjeron hace dos años.
La agencia regional de la OMS detalló que actualmente sólo 82% de los niños tienen el esquema completo de inmunización contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, mientras que en 2016 esa proporción alcanzaba 91%.
Los confinamientos y limitación de movimientos incidieron en la disminución de vacunaciones, además de que mucha gente temía contagiarse de Covid 19 si se acercaba a los centros de salud para solicitar las inmunizaciones de sus hijos.
Su directora Carissa Etienne, consideró imperativo hacer llegar a todos los niños las vacunas que pueden protegerlos de enfermedades peligrosas y llamó a redoblar esfuerzos para garantizar que ningún pequeño se quede atrás en el calendario de vacunación. “Lo hemos hecho antes y podemos hacerlo de nuevo ahora”, dijo.
El efecto del cierre de las escuelas Al margen del retroceso en la cobertura de vacunas consideradas básicas, los organismos manifestaron inquietud por la disminución de otras inmunizaciones, como la del virus del papiloma humano, cuya administración fue muy afectada por la suspensión de las clases presenciales.
La pandemia provocó que cerca de 1.6 millones de niñas de los países que la administran no recibieran esa inmunización en 2020.
A nivel mundial, solo 13% de las niñas fueron vacunadas contra el virus del papiloma humano, lo que supone un descenso de 15% frente al 2019.
La OMS, Unicef y Gavi instaron a realizar inversiones urgentes que fortalezcan los sistemas de vacunación para restablecer la cobertura sistemática. Con ese objetivo, los organismos listaron una serie de medidas necesarias: Reanudar los servicios y las campañas de vacunación para que los países lleven a cabo los programas de inmunización sistemática durante la pandemia.
Ayudar a los trabajadores sanitarios y a los líderes comunitarios a comunicarse activamente con los cuidadores para explicarles la importancia de las vacunas.
Rectificar las lagunas en la cobertura de inmunización, incluyendo la identificación de las comunidades y personas que no han recibido atención durante la pandemia.
Garantizar que la administración de la vacuna contra el Covid 19 se planifique y financie de forma independiente y que se produzca de forma paralela a los servicios de vacunación infantil, no a costa de ellos.
Aplicar los planes de los países para prevenir y responder a los brotes de enfermedades prevenibles por vacunación, y fortalecer los sistemas de inmunización como parte de los esfuerzos de recuperación del Covid 19.