Claudia Sheinbaum presenta CADERR como eje económico del Plan México
CDMX, 12 de junio, 2017.- Al presidente José López Portillo se le puede caracterizar, por su forma y por los métodos aplicados en el ejercicio del poder, como el último presidente- tlatoani, si es que aceptamos que él ejerció el poder absoluto sin cortapisas y contrapesos, fue dueño de vidas y haciendas, una de las características centrales del poder ejercido sin límites.
Este poder estaba representado simbólicamente en la banda presidencial, como símbolo del reconocimiento pleno de todos los mexicanos, de ser la máxima autoridad de la nación, real, legítima y formalmente constituida.
La banda presidencial es el objeto simbólico por excelencia de la autoridad y poder político concentrado en el presidente de la República; el único que la puede portar; éste la usará sólo en los rituales de máxima significación y sacralización, también como reconocimiento al poder del presidente de la República, como era el día del Presidente, en donde el Informe Presidencial del 1º de septiembre, de cada año, ante el Congreso de la Unión y el pueblo de México; marcaba el inicio del mes de la Patria y culminaba con la ceremonia celebrada en Palacio Nacional para la conmemoración del Grito de Independencia, ante el pueblo reunido en la Plaza de la Constitución, siendo ésta, la que simboliza el espacio donde se localiza y concentra el poder político y económico, y de ahí, se extiende a todo el país.
La presencia y prestancia personal de José López Portillo, lo llevó a aceptar e involucrarse, absolutamente, en la asunción del poder político presidencial, siguiendo todos los rituales para asumir que la Nación estaba representada por el propio presidente de la República. Ésta es la connotación del poder omnímodo del presidente de la República, ser dueño de vidas y haciendas.
El presidente y sus subordinados cercanos, se sentían con el derecho de dar vida o muerte a cualquier ciudadano. Sin embargo, la clase política mexicana asumía que los mexicanos no teníamos otra opción que vivir en una “democracia acotada”, concepto que por cierto fue muy útil al gobierno, es la imagen que dejaba ver y sentir internacionalmente.
En el siglo XXI, el cambio de presidente tlatoani a gerente se encarna en la figura de Vicente Fox quien llegó a ser presidente de la República después de haber sido gerente de la empresa transnacional The Coca Cola Company, atrayendo muchos dólares a su campaña, a través de “Los Amigos de Fox” que encabezaba, Lino Korrodi.
Pero, también esta particularidad constituyó el símbolo principal que lo distingue de otros: el gobierno de los empresarios y para los empresarios. El gobernante para favorecer los intereses transnacionales. En la revista Proceso núm. 1020, del 20 de mayo de 1996, página 23 en la nota informativa de Carlos Puig, titulada: “El camino es privatizar…” en una presentación en la Americas Society en la ciudad de Nueva York el 13 de mayo de 1996, Vicente Fox dijo: “El camino es privatizar” refiriéndose a las actividades industriales del petróleo realizadas por Petróleos Mexicanos (PEMEX) y las industrias complementarias.
Estas declaraciones hechas en 1996, en Nueva York, mostraban que el objetivo era vender una imagen política gerencial. Desde la gubernatura de Guanajuato, Vicente Fox empezó a armar su plataforma de acción política, con la que se lanzaría a la conquista de la Presidencia de la República, lo cual hizo mediante la creación del grupo político “Amigos de Fox” orientado en el corto plazo a labores promocionales y a la consecución de recursos económicos en apoyo de Fox, aspirante a la candidatura del PAN a la silla presidencial.
En el periódico Excélsior del 7 de junio de 2000 en un artículo de Manuel Rojas Cruz: “Lista de amigos y empresas que financian la campaña de Fox”, señaló que son más de 200, entre mexicanos y extranjeros, los que participan aportando recursos y diversos apoyos a la campaña de Fox a la Presidencia de la República.
Su lenguaje llano y a veces sin sentido, se pensaba eran producto del arrebato e ira, que dejaban ver desplantes autoritarios. Bien posicionado llegó Fox al segundo encuentro entre los candidatos en la casa de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de donde salió el estribillo de “hoy”, “hoy”, “hoy” que fue el símbolo de su campaña a partir de ese momento, vendió la falsa idea de ser un ejecutivo que tenía una gran capacidad de decisión y acción, que resultó un vil engaño como sería tiempo después del dominio público. El autor es académico de la FCPyS de las UNAM