Pedro Haces, líder de la CATEM
Las y los mexicanos, aunque nos encontramos en el siglo XXI, en cuanto a generación de electricidad, estamos a punto de regresar al pasado.
El motivo: la iniciativa de contrarreforma de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que busca hacer de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el productor preponderante y al mismo tiempo, órgano regulador, en tanto teóricamente 46 por ciento de la electricidad seguiría siendo producida por empresas privadas, sujetas a las reglas que imponga la propia CFE.
Lo anterior implica la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Soberanía es nuevamente la palabra mágica que es esgrimida como argumento y mejor, como dogma. Lo cierto es que es una forma de ocultar el atraso, al que se conducirá a México en materia de energía eléctrica, en tanto países que en el siglo XX eran más atrasados que México, hoy son pioneros en generación de energía eléctrica mediante fuentes renovables y más limpias que el carbón y el petróleo, que siguen siendo usadas en México, para producir electricidad.
Lo anterior, porque el mago de la “caída del sistema” en las elecciones presidenciales de 1988, actualmente director de la CFE y hoy envuelto nuevamente en oootro caso de corrupción: el escándalo “Pandora Papers”, convenció al presidente de que la única forma de “salvar” a Pemex, es que la CFE le compre el petróleo para producir electricidad, a un precio superior al que está pagando el mercado, sin importar que sea más cara su producción y altamente contaminante.
Si los diputados y senadores, en lugar de velar por los intereses de todos los mexicanos, ceden al chantaje de la manipulación supuestamente soberana, estarán condenando a México, a las y los mexicanos, a pagar más caro por la producción de electricidad y a seguir colocándonos en riesgos derivados del calentamiento global.
Decir pagar más caro por la producción de electricidad, no significará necesariamente pagar más caro el recibo de luz, en tanto el mismo mago de la “caída del sistema” seguramente presentó un plan de subsidios para evitar que el costo elevado y creciente “de la luz” se vea en el recibo bimestral, en tanto el incremento lo pagarían únicamente los que pagan impuestos, al ir aumentando el presupuesto de la CFE, para sufragar el costo de producción.
Ojalá los legisladores federales, a la hora de votar la contrarreforma constitucional, piensen en México, en sus hijos: qué México les están heredando. Tienen los legisladores la obligación legal de encaminar a México hacia el futuro, el mejor futuro posible. No hacia el pasado. No regresarlo al atraso.
En la misma iniciativa de contrarreforma eléctrica, se “nacionaliza” el litio, pretendiendo darle el mismo valor e importancia que tiene el petróleo. Es grave el nivel de ignorancia en esta materia, de quienes redactaron la iniciativa. El petróleo, es fuente de energía. El litio, no. Así de simple.
De aprobarse la contrarreforma eléctrica, tendrá México, menos inversionistas dispuestos a crear fuentes de empleo en nuestro país.
Vendrá nuevamente una cascada de demandas, por parte de los inversionistas afectados.
Podría gestionarse una demanda internacional, por ecocidio.
El propio presidente López Obrador: “… añadió en Palacio Nacional el titular del Ejecutivo. Es importantísima la competencia, es como la democracia, si hubiese un solo partido imagínense, haría lo que les diera la gana, si en un pueblo, en una ciudad hay una sola tienda el tendero… tendría la tentación de vender cara la mercancía… dijo que no ve mal que se autoricen más permisos a distribuidores… fomentar la competencia y mantener precios bajos. Lo que queremos es que el precio final sea justo… entre más competencia mejor… abrir la posibilidad de que otros puedan ofrecer (gas LP), para que haya contrapesos, para que haya equilibrios.” (Reforma. 13.08.2021).
En la iniciativa de contrarreforma eléctrica, sus palabras, solo fueron eso. En los hechos, cierra el paso a la competencia y consolida el paso hacia el regreso de los monopolios. Es decir, regresa el abuso, regresa la corrupción.