Acusa Grupo Elektra a CNBV de desobedecer medida: operación es sólida
OAXACA, Oax. 16 de junio de 2017.- Las instalaciones de la Refinería Antonio Dovalí Jaime lucen semidesérticas. A lo lejos, una capa de ceniza provocan distintas visiones.
En medio de la desolación, un sol radiante se asoma este viernes.
Durante dos días personal contraincendios de Pemex trabajó para contener el fuego.
Lo hizo como pudo, sin el equipo adecuado, sin las condiciones para enfrentar una contingencia de tal magnitud, que no estaba prevista en ningún manual.
A los trabajadores se les pide que en esta área donde ocurrió el incendio no ingresen con agua ni con alimentos, puede ser peligroso.
Pero lo que el hombre evita, la naturaleza no. El agua que se filtró por la inundación causada por Calvin provocó el funesto desenlace.
La evacuación durante la inundación salvó vidas, pero nadie se percató de que esa agua podría causar una explosión.
El combustóleo 1005 puro tuvo contacto con el agua de la inundación, una mezcla altamente inflamable, excesivamente peligrosa, tanto que Pemex se deslinda del uso y manejo que terceros le dan a este producto una vez entregado.
El producto en condiciones normales no es tóxico. Pero con el fuego, puede irritar los bronquios, la piel y producir sensación de ardor y enrojecimiento, incluso quemaduras.
Aún así, parte del personal de Pemex estuvo trabajando sin el equipo adecuado, con solo sus casacas normales, cómo se observa en la imagen.