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Muchas gracias por asistir el día de hoy a la presentación de este Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021.
TLAXCALA, Tlax., 21 de junio de 2017.- Saludo con todo afecto a la Presidenta de la Comisión Permanente del Congreso, Diputada Aitzury Sandoval, así como a las diputadas, y a los diputados presentes, muchas gracias por estar aquí estimados legisladores.
Gracias a la Presidenta del Tribunal Superior del Estado, Magistrada Elsa Cordero y a los integrantes del Poder Judicial y del Consejo de la Judicatura, muchas gracias estimada Magistrada Presidenta.
Agradezco de modo particular a presidentas y presidentes municipales que nos acompañan el día de hoy, legisladoras y legisladores federales, dirigentes sindicales, dirigentes de partidos políticos, muchas gracias por acompañarnos esta mañana.
Saludo con todo aprecio institucional y personal al General Elpidio Canales, Comandante de la XXIII Zona Militar, muchas gracias por acompañarnos el día de hoy General.
Señoras y Señores, paisanos tlaxcaltecas:
Presento ante ustedes el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021 para Tlaxcala.
El Plan muestra el mapa de quiénes somos, y en él, la ruta a la cual me estoy comprometiendo a conducir este gobierno.
Los diagnósticos que contiene el Plan en sus respectivos rubros son fríos. No buscan con los números sesgar el entendimiento ni el análisis. La información de los diagnósticos que les presento hoy reflejan cómo estamos. Y esta afirmación vale tanto para las carencias, como para los déficits, como para los avances y los logros.
Su contenido incluye una detallada descripción de a dónde ha llegado Tlaxcala a lo largo de las últimas décadas. Incluye una descripción de lo que nos falta con mayor urgencia, de lo que no sólo se puede, sino se debe hacer; de lo que es obligación del gobierno lograr y oportunidad del pueblo de Tlaxcala conseguir.
Sus estrategias y objetivos plantean qué haremos para situar a nuestro querido estado en una perspectiva de oportunidad para los tlaxcaltecas y de respeto desde la mirada nacional y también internacional.
El Plan, en cuya elaboración participaron muchos de ustedes y cuya formulación conjuga la consulta pública y de especialistas en diferentes ramas de actividad, no sólo es el cumplimiento de una obligación legal. Se hace y se pondrá en práctica porque es el momento de la acción pública, la cual requiere de todos ustedes y de la población entera de Tlaxcala. Es un momento en el cual, hay que admitirlo, es necesaria una reconfiguración gubernamental. El Plan no es sólo una obligación legal. Lo asumo como una necesidad histórica a la cual debe dar respuesta el gobierno que tengo el honor de conducir.
Llegamos aquí tras varias generaciones que se han esforzado mucho, que han logrado desarrollo y progresar, pero también luego de otras tantas generaciones que han sufrido carencias, desigualdad e incomprensión. Décadas de esfuerzo y desarrollo con desigualdad; logros indiscutibles, aún acompañados de rezagos e inercias que han impedido que un futuro deseable se haya acercado a ser posible.
La estructura del Plan que presentamos tiene tres prioridades muy claras: empleo, salud y educación. Estos son los únicos fundamentos duraderos de la calidad de vida de una población, para asegurar mejores oportunidades y criterios tangibles y demostrables de prosperidad.
Para lograr esos tres objetivos, repito, empleo, salud y educación, se necesitan condiciones institucionales que aseguren alcanzar las metas que nos hemos propuesto.
Estas condiciones institucionales implican, primero, un gobierno que funcione, que dé resultados. Permanentemente tenemos que esforzarnos para que sea también un gobierno honesto. Y, segundo, en paralelo, implica modificar, transformar y, en su caso, fortalecer, los cimientos para articular el esfuerzo social.
En medio del humo y la distracción de las luchas políticas y partidistas, no podemos perder de vista que México y el mundo están viviendo tiempos de reformas. Las reformas abren oportunidades.
Muchos pueblos pueden avanzar a partir de ellas porque logran superar sus pasiones particulares en aras de acuerdos generales. Incluso países han logrado ser más competitivos a partir de superar sus diferencias y conflictos. Otros, por el contrario, han quedado rezagados, paradójicamente por decisiones propias, al ignorar el alcance de la verdadera política, la política seria, la política que construye, la política que permite construir juntos.
En Tlaxcala, también en las últimas décadas, casi hasta nos hemos acostumbrado a las disputas continuas a base de agendas particulares, agendas que ignoran a la gente, a sus necesidades. Las deslealtades partidistas desprecian valores que la gente considera positivos, y siguen engendrando conflictos.
Estoy convencido de que para ser un estado exitoso necesitamos participar todos. Quiero dejar muy en claro que el gobierno va a hacer su parte, con compromiso, con objetividad y hasta con autocrítica. Pero necesitamos de todos. Han quedado muy lejos en la historia de nuestro país los años en los cuales el gobierno decidía y hacía todo. No es conveniente y no es posible. Es tiempo de que el trabajo conjunto nos permita construir, entre todos, para crecer. Construir y crecer juntos; una nueva gobernanza.
La historia actual de Tlaxcala está colocando a nuestras generaciones en un terreno por el que nunca antes hemos transitado. Estamos dejando atrás un perfil de estado al que por muchos años estuvimos acostumbrados. Es necesario tener perfecta conciencia de que, sin olvidar nuestras tradiciones, tenemos ante nosotros la posibilidad de aprovechar las tendencias regionales, nacionales e incluso internacionales a nuestro favor. Y, lograr el sueño de ser referencia por nuestros logros, y de escuchar el nombre de Tlaxcala con respeto en el país.
He dicho ya que el Plan Estatal se basa en las prioridades de empleo, salud y educación.
En materia de empleo tenemos que seguir creando más trabajos. El empleo formal tiene que seguir creciendo. No podemos detenernos.
Es indispensable reforzar la competitividad para obtener el máximo provecho de las ventajas que ya muestra y tiene Tlaxcala. El estado tiene que convertirse en un actor productivo indispensable para la región. Trabajar localmente es la vía, pero pensar regionalmente es la opción. Atraer inversiones, crear más empleo formal, fortalecer los eslabonamientos con los mercados nacionales e internacionales.
Lograr mejores salarios para los tlaxcaltecas depende de la fortaleza de nuestra economía. Entre más fuerte sea nuestra economía, más cerca estaremos de tener empleos mejor pagados. Que es lo que quiere le gente.
Tenemos que consolidar la tendencia de crecimiento de empleo formal que hemos logrado este año. Nunca antes Tlaxcala se había colocado en primer lugar nacional de generación de empleo formal
En enero de este año fuimos tercer lugar, en febrero segundo, en marzo logramos el primer sitio y en abril volvimos a ser primer lugar nacional. Hemos incluso alcanzado un crecimiento de dos dígitos en comparación con el año anterior.
Es necesario consolidar esta tendencia. Vamos a consolidar esta tendencia. Tenemos posibilidad de ser referencia nacional en materia de empleo, pero no podemos detenernos porque aún hay miles de tlaxcaltecas que no han podido acceder a un trabajo bien remunerado. Miles.
Vamos también a apoyar a aquellos tlaxcaltecas que deseen emprender y vamos a cultivar las condiciones que han hecho que tengamos mayor crecimiento y ventajas en las industrias automotriz, química, textil y turística.
También vamos a seguir fomentando el vínculo entre los sectores productivo y educativo.
Requerimos aprovechar el talento de los tlaxcaltecas y las oportunidades que brinda la economía de la región. Se avanzará hacia niveles de especialización de industria, servicios y actividad agropecuaria.
Por eso, la educación es esencial. La base para lograr un desarrollo más próspero e igualitario es invertir en el desarrollo del capital humano. Esto implica dar una educación de calidad y pertinente, que permita a los tlaxcaltecas desarrollar los valores, habilidades y competencias que necesitarán en la vida social y productiva, y promover nuestra cultura, así como el desarrollo científico y tecnológico en el estado.
Contamos con un marco nacional de una reforma educativa de fondo en la que el gobierno de Tlaxcala está decidido a ponerse a la vanguardia de su aplicación y de sus logros. Ya no son suficientes los crecimientos anuales de coberturas y de infraestructura educativa.
En el presente, la reforma educativa es tarea en la que a toda la sociedad le toca una parte de responsabilidad y de aportación para cambiar una historia de altas y de bajas. Así de sencillo y así de complejo. Contamos con la solidaridad y vocación del magisterio local y el magisterio nacional, con el reclamo y el compromiso de las familias y de sus hijos, para enfrentar los retos de lo contemporáneo a través del conocimiento y de la formación integral del ser humano. Es una decisión nacional irreversible a la que nos sumamos desde un principio.
En materia de salud el modelo de atención a la ciudadanía, simplemente se ha agotado. Si bien nuestros esfuerzos y del personal de salud son continuos y están comprometidos, el modelo no permite ya responderle a la gente como espera. Las modalidades de prestación de servicios están rebasadas en la relación costo-beneficio, calidad de atención y tecnología. Es indispensable reducir los tiempos de espera para una consulta y mejorar la oportunidad de recibir la atención médica.
La atención de primer contacto al ciudadano debe indiscutiblemente mejorar. Sin embargo, simplemente más esfuerzo y más presupuesto no son suficientes para lograr resultados. Necesitamos un rediseño de los procesos administrativos y de trabajo del sistema de salud y una reorganización de la secretaría.
Por supuesto, vamos a respetar los derechos de los trabajadores; son nuestros aliados. Ellos también requieren los elementos para poder trabajar adecuadamente y brindar el servicio que queremos. Se renovará el proceso administrativo de abastecimiento y distribución de medicamentos.
Estas tres prioridades, tal como se detalla en el documento del Plan, están acompañadas de acciones muy concretas en rubros muy relevantes. Seguir siendo un estado tranquilo es una preocupación de las familias.
Ser un estado seguro no sólo es una condición social irremplazable, sino un componente de nuestra propia competitividad. Vamos a fortalecer el diseño institucional de la Comisión Estatal de Seguridad, vamos a incrementar el número de efectivos policiales y vamos a cuidar que estén mejor remunerados, que sus familias estén en mejores condiciones, que estén mejor capacitados y mejor equipados.
Necesitamos contar con más y mejor tecnología y, abiertamente lo digo, estar alerta a los efectos colaterales de los problemas de seguridad que tienen nuestros estados vecinos.
La Procuraduría también requerirá mayor inversión en personal, pero el personal especializado, que demuestre su compromiso institucional. La revisión del funcionamiento de la Procuraduría dejará claro que todos aquellos funcionarios que por acción u omisión permitan impunidad habrán de enfrentar las consecuencias.
Sobre las condiciones de vida de los tlaxcaltecas reitero mi convencimiento de la necesidad de seguir combatiendo la desigualdad.
En Tlaxcala tenemos muchos retos para superar carencias sociales. No podemos permitir que el crecimiento económico deje de lado a miles de tlaxcaltecas. Tenemos que aspirar a ser una sociedad incluyente, que cierre la brecha económica entre unos y otros. En este sentido en el campo tenemos nuestro mayor reto.
Nuestros programas seguirán buscando respaldar a las familias del campo, facilitarles oportunidades, implementos y tecnologías, así como asesoría técnica para la mejor realización de su labor. Mi solidaridad con las familias en el campo.
Es un propósito del presente gobierno promover la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres también. Este plan está orientado de forma transversal con perspectiva de género; establece acciones que buscan garantizar los derechos de las mujeres y evitar que las diferencias de género sean causa de desigualdad, exclusión o discriminación.
En las tareas de inclusión social y de respaldo a nuestra política de igualdad género está desde el DIF mi esposa Sandra, a quien le agradezco mucho que esté con nosotros esta mañana con nosotros y conmigo también.
A reserva de que ustedes revisen con detalle el Plan, en este gobierno vamos a llevar a cabo diversos proyectos que más allá de valoraciones sobre magnificencias y simulaciones protagónicas engarcen muchas de las piezas sueltas del enorme potencial que tenemos:
El Gobierno de Tlaxcala asume plena responsabilidad de lo que le corresponde en la creación de las condiciones necesarias para alcanzar nuestras prioridades. Y aquí es esencial reconocer no solamente la necesidad del apoyo, sino también la solidaridad del Presidente Peña con Tlaxcala. A todos debe quedarnos claro que de cada 100 pesos que ejerce el Gobierno del Estado, sólo cuatro son de recaudación local. Esta circunstancia no es muy distinta en el resto de las entidades del país. Todos los estados requerimos el respaldo del Gobierno Federal para lograr objetivos y metas. Aquí en Tlaxcala he reconocido esta circunstancia y he agradecido el respaldo del Presidente Peña.
Señoras y señores, paisanos:
En la historia de los avances de los pueblos no hay rutas únicas ni fórmulas mágicas. Se parte de lo que hay, para ser mejores.
Aquí, en el Plan Estatal de Desarrollo, se da cuenta puntual y objetiva de dónde estamos, a qué nos enfrentamos, qué recursos tenemos para hacerlo. El Plan no es aspiracional como, debo decirlo, han sido muchos planes en diversas partes. Lo que planteamos hoy es una ruta precisa y una dirección clara con instrumentos y acciones para conseguir los objetivos y prioridades que nos hemos fijado. No es momento ni de nostalgias imposibles del pasado ni de futuros ilusorios, tan atractivos como inalcanzables. No.
Lo que les estamos dando a conocer es un programa de trabajo preciso, realizable y posible, en una gestión en donde tan escasos son los recursos como el tiempo. Es una invitación a que nos sumemos a construir juntos en conjunto de tareas que beneficia directamente su propia vida y la de sus familias y que les garantiza el reconocimiento de la nación y el sentimiento de orgullo de ser tlaxcaltecas y de ser mexicanos.