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TLAXCALA, Tlax., 15 de febrero de 2022.- En Tlaxcala el 4 por ciento de la población vive con alguna discapacidad y 350 mil personas pertenecen a pueblos originarios, con lenguas maternas como el náhuatl y otomí, sin embargo, son segregados e ignorados por los entres de poder, principalmente por los diputados locales quienes pese a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que pide la obligatoriedad en la entidad de una consulta a estos dos sectores para la reforma educativa, no se hace y vence el término, evidenciaron activistas del Movimiento de personas con discapacidad.
Además, además lamentaron que la llamada Cuarta Transformación eliminó el Instituto Tlaxcalteca de Personas con Discapacidad (ITPCD) para ser absorbido por la Secretaría del Bienestar y los diputados de esta corriente no responden a las demandas de este sector para atender sus reclamos y necesidades, así como la nula comunicación con los legisladores, quienes están interesados en otros temas, refirieron Gabriela Hernández Islas enlace del Movimiento Nacional de Personas con Discapacidad y María Elena Teloxa Díaz, representante legal de Asociación Desarrollo, Educación, Amor, Esperanza y Justicia (DEMEJ) A.C.
Y es que señalaron, que en Tlaxcala existe una falta en la legislación en una nueva Ley de Educación, referente a una educación inclusiva y no segregatoria y enfocada a enviar a las personas con discapacidad a los Centros de Atención Múltiple (CAM), “estamos segregando y excluyendo a las personas y no podemos permitir eso”, dijo Gabriela Hernández, al señalar que será necesario transitar de una educación segregativa y exclusiva a una inclusiva, empero añadió que para esta transición es necesario que todos los actores sociales, políticos y de gobierno estén inmersos dentro de la reforma educativa, liderada por los grupos de personas con discapacidad y población indígena.
Sobre esta resolución de la SCJN evidenciaron, tiene como fecha fatal para la consulta a pueblos originarios y personas con discapacidad, 18 meses a partir de la notificación al Congreso de Tlaxcala, de los cuales han transcurrido ocho meses y solo quedan 10 para poder realizar y organizar correctamente este ejercicio democrático, con reglas, plazos y procedimientos en una convocatoria pública y no violentando con el levantamiento de esta encuesta de manera sorpresiva para salir del apuro.
Ello, exige la participación de personas que sepan, entiendan y sean sensibles a los temas de discapacidad y que hablen idiomas como náhuatl y otomí, para entrevistar a tlaxcaltecas de este sector en municipios como San Pablo del Monte, Contla y Teolocholco, donde se habla náhuatl, además de Ixtenco con la legua otomí, sin violentar usos y costumbres.
Previo a ello, se debe identificar a los grupos discapacitados y comunidades originarias, que para el caso en Tlaxcala el 4 por ciento de la población estatal que es de 1 millón 300 mil personas son, tienen y viven con alguna discapacidad y 350 mil son hablantes de lenguas maternas.
Sobre la consulta, explicaron debe constar de cinco fases, fase preconsultiva, informativa, de deliberación interna, de diálogo y de decisión, en esta última se deben entregar los resultados y la entrega del dictamen.
Sobre el acercamiento, explicó la enlace del Movimiento Nacional de Personas con Discapacidad, Gabriela Hernández, “no hemos tenido comunicación con el gobierno para la cuestión de la consulta ni de cualquier otra cuestión”, además que de la falta de atención de los legisladores locales quienes además han negado cualquier tipo de información sobre el tema, pese a que estos activistas pertenecen al comité interior del Congreso local y los diputados solo quieren resolver esta situación con llevar caravanas culturales y artísticas para responder a la SCJN, sin una verdadera consulta.
Para ello, expusieron “hacemos un llamado a los otros dos poderes no solamente al Ejecutivo sino al Legislativo y Judicial, para que se unan a esta parte de la reforma integral, porque no va a servir de nada que se vea muy bonito en la tinta sino vamos a poder aterrizar con resultados” y que se pueda avanzar a la par sociedad de discapacitados, pueblos originarios y hablantes de lenguas maternas con el Estado en todo su aparato burocrático de Poder en Tlaxcala.
Porque finalmente señalaron, son muchas las necesidades de estos grupos y muy variadas por las diferencias de discapacidad auditiva, motriz, visual, quienes viven con asperger, entre otros, y aunado a ello, la desaparición del Instituto Tlaxcalteca de Personas con Discapacidad (ITPCD) para ser absorbida por la Secretaría del Bienestar.