Inseguridad y violencia no paran
En política no hay sorpresas, sino sorprendidos, dice el refranero popular.
Por eso llama la atención que a estas alturas –último tercio del gobierno federal–, muchos se digan sorprendidos por el exacerbado fascismo de López Obrador.
¿De verdad les sorprende que Obrador llame hipócritas y sometidos a los jerarcas de la Iglesia Católica, en una guerra de poder a poder, luego que el Obispo de Roma cuestionó el crimen de dos sacerdotes jesuitas?
¿A quién sorprende que, a través de Carlos Alazraki, el presidente mexicano abra una confrontación con la comunidad de origen judío?
¿Para alguien es novedad que Obrador acuse al expresidente Calderón de recibir dinero de “El Chapo”, cuando el propio AMLO rinde culto al “señor Guzmán Loera”?
¿Habrá, a estas alturas, ingenuos que duden que desde Palacio se filtran los videos del hijo menor del presidente, para provocar victimización, por un lado, y lealtad a toda prueba, por el otro?
Pueden ser muchos los sorprendidos, pero lo cierto es que en el caso de López Obrador son muy pocas las sorpresas. ¿Por qué?
Porque AMLO siempre ha sido el mismo de las pulsiones dictatorial y fascista que lo confirman como alumno destacado de los padres del fascismo; Mussolini y Hitler.
Lo cierto es que hogaño muchos ven a un López Obrador que antaño se negaban a ver.
Y si lo dudan, recientemente dedicamos dos entregas del Itinerario Político al tema. El primero fue el Itinerario Político del 17 de agosto del 2021, titulado: “AMLO, como Mussolini y Hitler, persigue a la prensa”, del que reproducimos un fragmento:
“En la historia de las dictaduras del último siglo, la constante ha sido la persecución, satanización, sometimiento, censura y exterminio de la prensa.
“Desde Mussolini, Hitler, Stalin y Franco, en Europa, hasta Castro, Pinochet, Videla, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y recientemente Daniel Ortega, en América, todos han perseguido, satanizado, sometido, censurado y exterminado a los críticos y medios que cumplen con su obligación de cuestionar los excesos del poder.
“Incluso, no faltan los casos extremos, como el de Mussolini, quien reconoció en la plaza pública que su tiranía ordenó matar a periodistas críticos y a sus principales opositores.
“Otros, como Hitler y Stalin aplastaban con la propaganda oficial –al mejor estilo de AMLO–, a los medios y críticos, además de ordenar una feroz persecución económica empujaba a las empresas mediáticas a la ruina.
“Hoy, por ejemplo, en Nicaragua fue preso el director del diario La Prensa, de Managua, uno de los más influyentes en más de medio siglo, al tiempo que el dictador canceló los partidos políticos opositores.
“En Cuba, luego de la revuelta nacional de hace semanas, los usuarios de redes que sacaron imágenes de la isla fueron a prisión, mientras que en un mes perdieron la vida –de manera que no ha sido aclarada—, un total de 8 generales de alto rango, en una purga ordenada por el gobierno de la isla.
“Y vale el ejercicio memorioso porque el pasado lunes, en una amenaza directa –ya no existen los mensajes velados–, López pronosticó la muerte de la prensa crítica mexicana, en especial de diarios como El Universal y Reforma, cuyo “pecado capital” es cumplir con su tarea de exhibir errores, fallas, raterías y desaciertos del gobierno de AMLO.
“Así lo dijo Obrador: “no había sucedido desde la Revolución, desde el gobierno del presidente Madero, que los medios se lanzaran tan fuerte en contra del presidente, porque durante décadas los medios de información estaban sometidos o alquilados; vendidos al régimen.
““Entonces, ahora es distinto y se está dando todo este fenómeno, pero resulta que la gente ya piensa de otra forma, y así (los medios) impresos ya no tiene que estarse vendiendo; va a ser muy difícil que se mantengan como impresos, porque existen las redes sociales, los jóvenes ya se están informando de otros medios.
“La única posibilidad que tendrían de mantenerse… estos medios, es con apego a la verdad; y la credibilidad depende de la verdad y esto no lo pueden hacer porque solo representan a un grupo de la sociedad, o sea, es un periodismo de élite y tienen que estar defendiendo a las élites y ofendiendo al pueblo… y no creo yo que puedan resistir Reforma y El Universal.
““Y no estoy deseando que desaparezcan, no se vaya a malinterpretar, estoy analizando el fenómeno, porque la gente ya no los lee”. (Fin de la cita)
“¿Cuál es el mensaje de López Obrador contra Reforma y el Universal?
“Se trata de la reedición de las amenazas que, en su momento, lanzaron contra la prensa las tiranías de Mussolini, Hitler y Stalin, entre otros.
“¿Y qué busca Obrador?
“Elemental, que los medios se someten a “la verdad oficial” o, de lo contrario, no habrá dinero público para ellos y, por tanto, morirán a causa de la anemia económica. (Fin de la cita)
Volvimos al tema con el Itinerario Político del 21 de abril del 2022, titulado: “Soñó ser como Juárez y acabó como Mussolini”. Va un fragmento.
“Una de las mayores aspiraciones políticas de López Obrador fue pasar a la historia como su prócer de cabecera; Benito Juárez.
“Pero la terca realidad confirma que –al cumplir la tercera parte de su gobierno–, el presidente mexicano terminará igual que otro Benito, el padre del fascismo, Benito Mussolini.
“Y es que igual que el dictador italiano, Obrador no sólo insulta, difama, persigue y calumnia a sus críticos sino que alienta el odio social en contra de disidentes y llega al extremo de obligar a dueños de medios –prensa, radio y televisión y digitales–, a despedirlos por no acatar la censura oficial.
“Igual que Mussolini, Obrador formó su ejército de “camisas negras”, hoy motejados como “Servidores de la Nación”, quienes desde las redes sociales no sólo difaman y calumnian a quienes se atreven a disentir y pensar distinto, sino que son perseguidos hasta convertirlos en perros del mal: en “traidores de la patria”; epíteto que en el fondo busca lealtad al dictador.
“En efecto, igual que el fascista Mussolini, el “dictador bananero” López ordenó perseguir en redes, en plazas públicas y mediante campañas mediáticas oficiales a los diputados que votaron contra su caprichosa Reforma Eléctrica, al tiempo que sus lacayos del gabinete, como Pablo Gómez, llaman a llevar presos a quienes se negaron a votar en el falso revocatorio.
“Y es que en el “chabacano fascismo” impuesto por AMLO en México, es traidor a la patria y a su decadente transformación todo aquel ciudadano que se atreva a opinar distinto, a disentir, critica y cuestiona las ocurrencias, tonterías, necedades y los crímenes de Estado ordenados en Palacio.
“De esa manera, al entrar a su cuarto año de gobierno López se aleja día a día del ideal juarista y se aproxima peligrosamente a los horrores de la dictadura de Benito Mussolini”. (Fin de la cita)
Al final de cuentas los hechos confirmaron que López Obrador, el mismo que aspiró a ser el moderno Juárez, terminó convertido en uno de los mejores alumnos de fascistas como Mussolini y Hitler
Y es que hoy el locuaz presidente mexicano se lanza conrtra la comunidad judía, conra la iglesia católica, contra intelectuales y críticos, en una exacervada pulsión fascista, sin entender que el tiempo se encargará de poner a los criminales de su gobierno y a él mismo, detrás de las rejas.
Al tiempo.