Morelia, Mich., 15 de julio, 2017.- Históricamente los órganos electorales en el país han estado al servicio del partido hegemónico, incluso cuando se dio la llamada alternancia del poder. El Instituto Nacional Electoral (INE) desechó los recursos de Morena en torno al presunto financiamiento ilícito de la campaña del candidato a gobernador del estado de México por el PRI, Alfredo del Mazo mediante recursos de la empresa OHL.
Porque se consideró que las pruebas aportadas por el manejo de recursos –estimados por los quejosos en mil 600 millones de pesos-, no acreditan vínculo con el ámbito electoral. Sin embargo, en su resolución se determinó dar vista a la Procuraduría General de la República (PGR), la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría de la Función Pública, el órgano de control interno del gobierno del estado de México y Banobras para que, en el marco de su competencia se analicen si en estas operaciones existen irregularidades en el manejo de recursos públicos y la vinculación con OHL.
O sea que no se necesita un órgano electoral sino que es suficiente con la PGR. Para qué tanto miles de millones de pesos si el órgano electoral desconoce las evidentes irregularidades que a decir de los partidos opositores en el Estado de México fue un claro fraude.
Qué se espera para 2018 cuando está más en juego. Ya lo estamos viendo y seguramente se agudizarán todas las mañas habidas y por haber, no sólo del PRI sino de la complaciente oposición, para no ser ofensivos.
Sin embargo, el INE sí se dio cuenta de los llamados monederos rosas distribuidos por el PRI en las elecciones de Coahuila, por lo que multó al partido con 918 mil pesos. ¿Qué representa esa ridícula cantidad cuando se habla de fraude? El 2018 está totalmente anunciado. ¿Cuál democracia?