Sheinbaum y AMLO: las diferencias sensibles
Sin duda que el presidente López Obrador es un político persistente.
Una clara muestra de esa mentalidad perseverante, casi obsesiva, es la forma en que el primer mandatario ejecuta su Plan B para designar a quienes serán los nuevos integrantes del Consejo Nacional del INE.
Ha sido harto criticado el hecho de que las calificaciones más altas que se dieron en el examen de aspirantes a Consejeros Nacionales, las hayan obtenido personajes afines, mejor decir muy cercanos, al ánimo presidencial.
Dice el doctor en derecho electoral Santiago López Acosta:
“Desde que se estableció un procedimiento de selección previo, antes de buscar los acuerdos y consensos entre los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados, con la evolución de la figura de Consejeros Magistrados propuestos por el Presidente de la República, pasando por la de Consejeros Ciudadanos propuestos por los propios grupos parlamentarios hasta la actual de Consejeros Electorales, a través de una convocatoria pública con la intervención de un Comité Técnico de Evaluación (CTE), mismo que realiza un proceso de exámenes, revisión documental y entrevistas, antes de formular propuestas de cinco candidatos para cada cargo, no había ocurrido un procedimiento tan accidentado como el presente.
El artículo 41 constitucional prevé el CTE, integrado por: dos que propone la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dos que decide el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), y tres a propuesta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara de Diputados. De los siete de la actual integración, cinco (los propuestos por la CNDH y la JUCOPO) han sido ubicados como simpatizantes de Morena o dentro de la órbita del gobierno federal, por lo que desde ahí empezaron los cuestionamientos.”
Después de la reforma de 2007 que ordeno la reconformación del Consejo General del INE, no se logró el consenso necesario para la designación de los Consejeros Electorales, por lo que se decidió incluir la posibilidad ultima de un sorteo, para que no impedir los nombramientos y la eventual paralización del órgano electoral.
Además de la resolución en diciembre de la Sala Superior del Tribunal Electoral, que obligo a la Cámara de Diputados a emitir una nueva convocatoria, y luego otra en febrero para que la quinteta para la presidencia del INE se integre exclusivamente por mujeres, misma que la JUCOPO no acepta, aduciendo que el procedimiento esta iniciado y afectaría derechos de participantes, la integración del CTE y su actuación en el examen de conocimientos, practicado el pasado 7 de marzo a más de 500 sustentantes, ha sido de lo más criticado y puesto en duda. Incluso por el propio consejero Uuc-Kib Espadas al felicitar a los candidatos que pasaron el examen, sin hacer “fraude”.”
Más claro ni el agua. El presidente quiere un Consejo General del INE INCONDICIONAL.
Sería prolijo enumerar las quejar de los concursantes en ese inverosímil proceso de selección.
La trampa quedó al descubierto, sin más.
Y ahora habrá que esperar el desarrollo del procedimioento para ver qué tanto logra el presidente con su caminito de la escuela con exámenes a modo para que los más brillantes sean sus cuates.