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MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2017.- Usuarios de los servicios que presta la Presidencia Municipal de Puruándiro encontraron las instalaciones gubernamentales cerradas al público este martes 8 de agosto, a causa de la determinación del alcalde, Víctor Vázquez Tapia, de llevar alimentos a las hermanas peregrinas que, en su viaje hacia la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, se encuentran al momento en La Calera, Estado de México.
A través de la página en Facebook del Canal Dos de Puruándiro, se difundieron imágenes de Vázquez Tapia donde se le observa, en compañía de integrantes de su gabinete, dedicado a servir y entregar diversas preparaciones en La Calera a las mujeres que acuden como un acto de devoción a visitar a la virgen de Guadalupe, en la capital mexicana.
Carnitas, tortillas, agua de Jamaica, entre otros, sirvieron los funcionarios municipales de Puruándiro, encabezados por Víctor Vázquez, a las peregrinas de La Higuerita, tras la correspondiente celebración de la eucaristía en el emplazamiento temporal de las viajantes.
La actividad se llevó a cabo a pesar de coincidir con un día y horario laborales y a cinco días de que el munícipe de Puruándiro presente su Segundo Informe de Gobierno a la sociedad, con el parte de las acciones desempeñadas y los pendientes por afrontar en los meses sucesivos.
Las imágenes que exponen a los integrantes del ayuntamiento de Puruándiro en la ejecución de esta labor en Estado de México, presentadas en tres publicaciones, han sido del agrado de 224 personas, además de compartidas en seis oportunidades.
El alcalde de Puruándiro, de extracción priísta, se ha manifestado afecto a las expresiones públicas de religiosidad católica en ocasiones previas, ya como titular del Poder Ejecutivo del municipio: cabe recordar que en enero de 2016, en el programa oficial de los festejos alusivos al 6 de enero, Día de Reyes Magos, el edil incluyó una misa de acción de gracias en la parroquia del Señor de la Salud, así como el levantamiento del Niño Dios en la plaza principal.
Ello, pese a que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece en sus artículos 24, 40 y 130 que los poderes públicos, como es el caso del Poder Ejecutivo local, no deben asumir prácticas religiosas, con independencia del carácter de las mismas, ni vulnerar el Estado laico.