Libros de ayer y hoy
TLAXCALA, Tlax., 13 de diciembre de 2016.- Lo pongo en contexto. Ismael López y Gabriel Méndez, lideran dos organizaciones distintas de comerciantes en Apizaco.
Aunque liderar lo entiendan, cual sindicato, como el arte de coaccionar a sus agremiados para defender sus propios intereses.
“La tierra es de quien la trabaja” rezaba Emiliano Zapata, pero en Apizaco la calle está tomada por tiranos con rostro de buena intención.
Todo el año, ambas organizaciones se reparten las calles donde comerciantes pueden trabajar de manera honrada como forma de sustento para sus familias.
Sin devolver en contribuciones un peso al municipio estos “líderes” cobran a comerciantes derechos de piso que van desde 300 hasta 4 mil pesos sólo para ser representados.
Representados y utilizados como botín electoral cada época de elección.
Visto desde otro ángulo pagan por protección. Porque no hacerlo representa que cualquier tarde el grupo contrario les quite su lugar, robe sus mercancías y hasta lesione como ocurrió en Julio pasado; cuando ambos grupos de comerciantes se liaron con armas, piedras y palos en pleno centro de la ciudad.
No es novedad que los líderes de comerciantes ganen dinero a costa de sus agremiados.
Mercados y tianguis como el de San Martín, Chiautempan, Tlaxcala, Huamantla, Calpulalpan y Apizaco ingresan cuotas a líderes, municipios y hasta seguridad pública cada semana para que los dejen trabajar.
Dichos recursos, la mayoría de las veces no regresa en forma de ningún servicio a los comerciantes.
Omar N. hijo de comerciante, fue intervenido quirúrgicamente luego de ser golpeado con un bat en una trifulca entre Aquiles Serdán y la calle Juárez, del enfrentamiento pudo salir muerto, luego de que se detonara un arma de fuego en más de una ocasión.
Isidro N. tuvo una crisis diabética, mientras veía como 50 comerciantes de la organización de Gabriel Méndez, tiraban sus herramientas de trabajo por no pagar un derecho de piso.
Isabela. una simple vendedora de gelatinas fue echada tres veces en una semana de las inmediaciones de un mercado por no reportar al director de industria y comercio 30 pesos de cuota para poder vender.
“Lo que vivimos en Apizaco ya es indignante” refieren familias que si tuvieran opción no serían comerciantes.
Los líderes se han convertido en el dolor de cabeza de los alcaldes, pues con una sola manifestación conceden calles, permisos y regalan impunidad.
La industria ambulante reporta ingresos que ningún ayuntamiento quisiera perder, aunque esto fomente el negocio informal y las mafias de comerciantes.
Sin prestaciones, horario, seguridad o certeza miles de familias exponen salud y dinero por elevaren algún sentido su ingreso; mientras que otros cosechan a manos llenas el fruto de su trabajo.
Organizan manifestaciones, los ocupan de botín político, negocian y acumulan poder fuera de la ley.
En Apizaco sobre todo, debería preocupar que quienes se dicen líderes ahora busquen controlar desde adentro la mafia.
Se lo digo porque ya se ven!
Hasta la próxima…
@nayecuca89