De norte a sur
· Xóchitl encarna la temeridad de Colosio
· Los dos descuidan la seguridad personal
· Y Palacio Nacional orquesta investigarla
El candidato Luis Donaldo Colosio regresaba exultante.
Había sellado en Zitácuaro una gira de tres días por Michoacán con actos pletóricos y reconquistado para el PRI el territorio cardenista.
Era el sábado 19 de marzo de 1994, pasado el mediodía, y la Blazer enfilaba hacia la carretera libre a la Ciudad de México mientras él hacía su primer balance.
-¿Qué quieres saber? -me preguntó.
-Linda gira. Me sorprendió cómo lo arroparon los perredistas -con cuyos 130 liderazgos lo reunió el doctor Genovevo Figueroa en un emotivo desayuno.
Escuchamos su respuesta en los asientos traseros el general Domiro García Reyes, él silencioso y en aparente distracción mientras veía por la ventanilla izquierda, y yo:
-Fíjate nada más. Mi primera gira como dirigente del PRI fue a Michoacán en diciembre de 1988. Les pedí al comité estatal que marcháramos y la gente nos gritaba, nos insultaba.
“En las giras siguientes volvimos a recorrer calles y la gente nos veía con conmiseración: ‘Pobrecitos’. Éramos unos cuantos… y mira ahora…”.
CUANDO ALGUIEN TE APUNTA…
La Blazer se desvió a kilómetros de Zitácuaro.
En un paraje lo esperaba un helicóptero de un solo motor del empresario regiomontano y político Ricardo Canavati Tafich.
-¿Va a viajar en ese helicóptero, sin avanzada ni escolta? -le dije un barbecho yermo, de terrones secos y duros.
-Sí. Voy a Morelos, donde me espera Diana Laura. ¿Pero qué tiene el helicóptero?
-Es su seguridad… -acoté, y le recordé sus giras multitudinarias pero desordenadas.
Colosio sonrió y dijo sin temor:
-Mira: cuando alguien te apunta y no le tiembla la mano, te da.
Volteó hacia el helicóptero de hélices lentas, donde a unos metros el mayor Germán González Castillo me urgía para despedirme del candidato presidencial asesinado cuatro días después.
-No queríamos gastar combustible porque no recargamos en Zitácuaro. Y tú lo entretuviste mucho platicando con él”, me confesó después el militar y escolta.
EN LA MIRA DEL PRESIDENTE
1.- ¿Por qué esta remembranza?
Porque Xóchitl Gálvez se niega a contratar protección para recorrer el país y todos los días en todos los medios se le ataca en consonancia con la línea de Palacio Nacional.
Ayer le echaron a Mexicanos Contra la Corrupción para investigar su paso por el poder público, pero también al Inai -Ah caray, ¿ya sirve?- y pueden seguir SAR, UIF, FGR y cuantas instituciones puedan perseguirla.
Ella dice tener todo en orden y contestó con datos sobre contratos inclusive de gobierno de sus empresas High Tech Services y Operación y Mantenimiento a Edificios Inteligentes (OMEI).
Es lo administrativo, ¿y la seguridad personal?
Y 2.- horas atrás Xóchitl Gálvez estuvo en Coahuila y, en su condición de lideresa de la oposición, planteó extender ese modelo para las elecciones federales del 2024.
No es necesaria mucha inteligencia para entender las claves: buen gobierno del priísta Miguel Riquelme -sobre todo en seguridad-, carrera limpia del candidato ganador Manuel Jiménez y extensa base social.
Xóchitl sabe hacia dónde va y vaya un avance: meterá mano para postular candidatos atractivos y competitivos en todo el territorio.