Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
El llamado Frente Amplio por México (FAM), se va precipitando y ya hay quienes anuncian demanda contra el organismo, en la que piden cuentas no solo económicas. Uno de ellos Silvano Aureoles. El señalamiento de los cuatro finalistas por haber alcanzado firmas solicitadas, dejó fuera a muchos pero la poca sensibilidad del dueño de ese organismo es que al meter en esos cuatro a dos del PRI y a dos del PAN, dejó fuera a un partido pequeño, servil, en muchos casos bueno para nada, pero que le fue fiel a esa alianza por largo tiempo. Al menos merecería meter a uno de los suyos, al propio Aureoles por ejemplo. Todos ellos desde la cabeza, adolecen de grandes carencias y tienen colas que les pisen, pero se han apoltronado en espera de que el pueblo sea olvidadizo y les de algo. Las características de dos de los incluidos, la mujer escogida por Claudio X. González y Santiago Creel, han sido expuestas en su peor catadura y pese a ello ahí van. Llamó la atención que entre los proscritos estuviera José Jaime Enríquez Félix, en espera de ser seleccionado cuando nadie lo vio por ningún lado. Sorprendido estaría Luis Sánchez Aguilar si viviera de aquel extraño accidente, que protegió a ese aspirante y ahora éste anda en la derecha buscando como dicen en el norte, que le den chichi.
LA MADEJA SE DESHACE Y EL PRD NO ROMPE; ANUNCIA PAUSA,
Poco consistente en sus acciones, como lo hemos visto por largo tiempo Jesús Zambrano apoderado del PRD, pide pausa a los que lo ignoraron para ver que puede sacar para el futuro. No hay que olvidar que la vida de esos tipos que transitan en buena parte por el FAM, viven del presupuesto y la vida se les va si no tienen ese asidero. El PRD por su cuenta estaría perdido. De aquel partido en el que floreció una buena parte de la izquierda mexicana, el que no obstante cedió a dos tipos que llegaron vencidos desde el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo toda la lucha de muchos partidos, merecía mejor suerte. Ser relegado como integrante de un organismo cuestionado y ser al mismo tiempo despreciado y en desalojo, es parte de una historia que los que se quedaron con las siglas no pudieron defender. El otro Chucho, despojado por el sonorense de la titularidad, lucha por reivindicarse en otra parte, pero es la misma cosa. Lo deleznable para quienes fueron parte importante de aquel partido y le dieron relevancia en su momento el propio Andrés Manuel López Obrador que fue su presidente, desembocó en lo que ahora es ese partido. Ya daba patadas de ahogado con la dirigencia de Amalia García y llegó a sus últimos desfalcos con Rosario Robles, presunta dejada libre. La culpa en todo caso, fue de aquellos gloriosos desprendimientos partidarios que se sumaron con sus luchas y sus valores, para caer en las manos de los destructores de ese organismo.
LOS INTERESES CREADOS SON LOS QUE SE ASOMAN EN ESTE CASO
El autor de Los Intereses creados, Jacinto Benavente, nació en Madrid en 1866 y se convirtió en premio Nóbel en 1922, tras una larga carrera que alcanzó casi las 200 obras. Murió en 1954. La Malquerida ha sido representada miles de veces y llevada al cine bajo el esquema que prohijó el longevo español: la preponderancia de un actor central, vivo, del que se decía había escrito la obra. Las mujeres fueron sus favoritas, con actrices que descollaban en la época; así sucedió con Señora Ama. Su método muy sobreactuado ha ido cayendo en desuso. En las dos películas de ambas obras, la actriz es Dolores del Rio. Y en la primera, en la que interviene Benavente ya que era guionista y productor, hace el papel de la hija, la sonorense ya fallecida Columba Domínguez. María Tereza Montoya otra diva del teatro, presumía de haber inspirado obras de Benavente. Los intereses creados (Salvat 1970), tiene también un personaje apabullante, Crispín, un pillo mayor que induce a un joven a apoderarse de una fortuna. La obra ocupa personajes muy propios de la Comedia del Arte, aunque se le asoman antecedentes de Lope de Vega e incluso de Shakespeare. Pero el título es sugerente y se puede aplicar, como ahora en México, a los que utilizan sus intereses con el dinero hecho en décadas de acumulación, para ejercer el poder y tratar de apoderarse del país.