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ZINACANTÁN, Chiapas, a 25 de agosto de 2017.- Sin apoyo del gobierno estatal, decenas de mujeres tzotsiles textileras buscan en forma desesperada comercializar a nivel nacional y el extranjero, sus productos como blusas, bolsas, tapetes, rebosos, así como vestimentas autoctonas para hombres, mujeres y niños, elaboradas totalmente a mano.
En este pequeño pueblo de origen Maya, ubicado en la región Altos de Chiapas, con alrededor de 36 mil habitantes; las mujeres solo estudian la primaria, para luego ser capacitadas por sus abuelas, madres y hermanas mayores en talleres de telar en cintura, tejidos, bordados y dibujo.
Las mujeres son la que se encargan de llevar una gran parte de los recursos económicos a sus hogares con la comercialización de los productos que ellas mismas diseñan y elaboran, mientras que los hombres apoyan en las labores del campo en la siembra del maiz y fríjo para el consumo.
Otra de las actividades que destacan en este municipio, adoradores del Dios Muercielago; es el cultivo de flores en invernaderos en diferentes variedades como: crisantemos, rosas, claveles, entre otras, que son comercializadas en los estados de Campeche, Veracruz, Tabasco, Yucatán, Puebla y la Ciudad de México; sin embargo, están buscando exportar al extranjero.
Durante una visita a esta localidad, en la víspera de los festejos del santo patrono San Lorenzo Martir; la autoridad municipal permitió a las mujeres textileras instalar puestos frente al parque central.
” Guerita ven; te vendo blusas, tapetes, rebosos, huipil”, ofrecen las mujeres a los pocos turistas nacionales e internacionales que llegan a este pueblo, que cuenta con 29 lugares sagrados donde realizan rituales ceremoniales, ya que los indígenas tienen la creencia que en los cerros verdes que rodean el municipio habitan sus náhuales y el espíritu de sus ancestros.
Las mujeres se quejan que son pocos los turistas que llegan al pueblo; además de que se les hace caro las prendas que ellas mismas realizan.
Juan Morelia, una de las jóvenes textileras, recuerda que al concluir la primaria, a pesar de querer seguir estudiando, sus padres le dijeron que tenía que continuar con la tradición de aprender el telar de cintura, tejer y bordar, por lo que, su abuela, madre y hermana mayor se convirtieron en sus maestras en este oficio.
La vestimenta autoctona de los pobladores de Zinacan como el chal, huipil y nahua de las mujeres; el traje emplumado que es utilizado para ceremonias rituales o para vestido de novia, y el poncho de los varones, así como los caminos y centros de mesa, mantel, rebozo, tortillero, fajas, bolsas, muñecos de tela y cojines son realizados totalmente a mano.
Las mujeres se quejan que no tienen el apoyo del gobierno federal o del estado para comercializar sus productos en el país o el extanjero, y los pocos turistas que llegan al poblado compran muy pocas prendas, además “no pagan el precio que merece nuestro trabajo”, señala Juana Morelia.
Explica que para elaborar un huipil, chal, un pocho centro de mesa o falda, el primer paso es hacer el telar que se lleva de 15 a 20 días, dependiendo las medidas. Posteriormente, se estampan los dibujos de flores y fauna de la localidad, para luego se realizar el bordado en diferentes puntos, además del tejido, explica doña Hermelinda.
Refiere que el costo de la vestimenta completa que utilizan las mujeres de este municipio tiene un costo aproximado de mil 500 pesos, que incluye la blusa con bordados multicolores alrededor del cuello y pecho, el chal, faja y falda bordada.
En cuanto a la vestimenta de los hombres, un pocho tiene un valor de 500 pesos y su elaboración es de aproximadamente, 15 días.
Refieren que sus talleres de textilería los tienen instalados en sus viviendas, lugar donde también venden sus productos, debido a queno cuentan con un espacio para comercializarlos.
Abundan que lo poco que logran vender en época de vacaciones, lo invierten en su materia prima como es el hilo, y otra pequeña parte para ayudar en la economía familiar. Por ello, hicieron un llamado al gobierno federal y del estado, para que las apoyen con asesoría para que puedan vender sus productos a nivel nacional e internacional.