Avances contra la corrupción
Sin explicación alguna, el presidente mexicano se niega a escuchar y a ver las más recientes atrocidades ocurridas en México durante su gobierno y que han sacudido al mundo.
Sí, oídos sordos, ojos ciegos y boca cerrada de López Obrador frente a las impensables atrocidades ocurridas en Jalisco y Veracruz y que confirman que el suyo es “el gobierno de la muerte”.
Actos de crueldad mayor, sin nombre, cometidos contra jóvenes, tanto en Lagos de Moreno, como en Poza Rica y que rebasan los límites del terror y que pudieran ser clasificados como “atrocidades de Estado”.
¿Y por qué “atrocidades de Estado”?
Porque no se entiende de otra forma no sólo la violencia empleada en los dos casos, sino la masiva reproducción de las imágenes; terror que lleva un mensaje que el mundo ya ha conocido antes.
Y es que sólo basta recordar el terror y la violencia provocados en su momento por Mussolini, Hitler, Stalin y Franco –entre otros dictadores–, con la finalidad de sembrar miedo colectivo extremo y, de esa manera, paralizar a una sociedad aterrorizada.
Pero vamos a las preguntas.
¿Qué perversidad supone, por ejemplo, secuestrar a cinco jóvenes, torturarlos y, al final, presuntamente obligarlos a matarse entre sí? Todo ello frente a una cámara que grabó las escenas de terror y que, posteriormente fueron subidas a redes sociales, en donde le dieron la vuelta al mundo.
Está claro que esa no sólo es una venganza entre grupos mafiosos. No, en realidad es una atrocidad ejemplar; terror, propio de una dictadura.
¿De qué tamaño es la mente criminal que secuestra a 15 jóvenes, a los que tortura, mata, descuartiza, embolsa y guarda en refrigeración industrial? Terror que también se difundió de forma masiva en redes sociales.
¿Qué mente perversa del gobierno de Claudia Sheinbaum, difunde de forma ilegal el video del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, pero luego de ocho meses, la misma Fiscalía de la CDMX que difundió el video no sabe nada de nada sobre el atentado al periodista?
Sí, todo supone que asistimos a una campaña de “terrorismo de Estado”; montaje que buscaría sembrar terror en la conciencia colectiva durante el último año de gestión federal y, con ello, paralizar a una sociedad que a diario atestigua el fracaso contra el crimen y de todo el gobierno de AMLO.
Pero también es cierto que no resulta novedoso que el de López sería un gobierno destinado al fracaso. En efecto, desde 2017, cuando el líder social y político Obrador proponía el fin de la violencia criminal y de las masacres en su eventual gobierno, aquí documenté que se trataba de una promesa imposible de cumplir.
¿Y por qué no se podría cumplir tal promesa?
Porque desde esa fecha estaba a la vista de quien quisiera verlo, que AMLO y Morena eran socios del crimen organizado y que desde entonces los cárteles criminales financiaban la construcción del hoy partido oficial.
Más aún, la mejor prueba de esa alianza es que también desde 2017, López propuso que, de llegar al poder, ofrecería una amnistía a las bandas criminales; pacto que consolidó con esa ofensa a la democracia y al “Estado de derecho” llamada: “abrazos y no balazos”.
Hoy, resulta escandaloso el fracaso del gobierno federal en la lucha contra la violencia y el crimen y el de Obrador no sólo es “el sexenio de la muerte”, sino el de las mayores atrocidades de la historia.
En efecto, la organización civil Causa en Común reveló que, durante el primer semestre del 2023, en México se reportaron 3 mil 285 atrocidades, con 6 mil 460 víctimas.
En efecto, de enero a junio del 2023, las atrocidades aumentaron 24 por ciento frene a las 2 mil 644 atrocidades reportadas en ese periodo del 2021.
A su vez, la misma ONG reportó que del 2021 al 2022, se produjo un incremento del 5 por ciento en el registro de sucesos de violencia extrema. Es decir, que las atrocidades van en aumento hacia el final del sexenio.
Además, el seguimiento de Causa en Común confirma lo escalofriante: que en México se cometen, en promedio, 18 atrocidades al día, además de que se reporta un acumulado de 226 masacres.
Por eso la organización civil señala que resulta evidente “que la acumulación de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayúsculo”.
El reporte que va en línea con el informe de la DEA, en el sentido de que bandas criminales mexicanas, como las de Sinaloa y Jalisco, hoy son más sanguinarias y violentas que en el pasado.
Los hechos de crueldad detectados en 2023 se reportaron en 2 mil 822 notas periodísticas y dañaron a un total de 6 mil 460 víctimas. Las entidades federativas con el mayor número de atrocidades son Chihuahua, Guerrero, Morelos, Baja California y Guanajuato.
Aquí la Galería del Horror, así bautizada por Causa en Común.
1.- Tortura, con 990 eventos reportados en la primera mitad del 2023.
2.- Feminicidio con violencia extrema, con 473 casos.
3.- mutilación y descuartizamiento, 310 casos.
4.- Actos violentos contra autoridades, 265 casos.
5.- Masacres, 226 casos.
6.-Violación agravada, 209 casos.
7.- Fosa clandestina, 157 casos.
8.- Asesinato de niño o adolescente, 134 casos
9.- Calcinamiento, 129 casos.
10.- Asesinato de funcionario de seguridad, 126 casos.
11.- Intento de linchamiento, 94 casos.
12.- Linchamiento, 13 casos.
13.- Violación a migrante, 45 casos.
14.- Asesinato de actores políticos, 22 casos.
15.- Asesinato a grupo vulnerable, 18 casos
16.- Esclavitud y trata, 18 casos
17.- Terrorismo, 14 casos
18.- Asesinato de periodista, 3 casos
19.- Asesinato de defensores de derechos, 2 casos
20.- Desplazamiento forzado, 2 casos.
Pero acaso la mayor crueldad es que, frente a la anterior tragedia, el presidente mexicano cierra los ojos, se niega a escuchar y solo abre la boca para mentir sobre el fracaso de su gobierno.
¿Se dejará amedrentar la sociedad mexicana?
Al tiempo.