Wenceslao Amezcua/ Quadratín Tlaxcala
TLAXCALA, Tlax., 14 de diciembre de 2016.-
- Marshall McLuhan decía que manejamos un auto sobre una súper autopista hacia el futuro pero durante el camino sólo vemos el retrovisor. Los XV años de Rubí es una impresionante muestra de ese futuro que ya alcanzamos. Ya no hay barreras del tiempo, espacio ni distancia; nuestros medios como extensiones son inconmensurables y, sin embargo, la aldea global se centra en un Rancho llamado La Joya, en donde se presenta en sociedad a una mujer que ya está en edad de ser elegida, un festejo amenizado con música regional y competencias con animales. Tal vez podamos replantear a McLuhan y pensar que vamos sobre esa autopista mirando fijamente al futuro, pero nuestro auto va en reversa.
- “La moda siempre son los demás”, dice la clásica frase de Gilles Lipovetsky. Así es El Imperio de lo Efímero: los nuevos consumos sociales actúan como una droga que nos vuelve locos con las cosas ordinarias siempre y cuando no esté en nuestro lado. Tenemos que salir a buscar la emoción, doparnos con las sensaciones globales y sentirnos parte de algo tan ajeno como los XV de Rubí. El desconocimiento de la chica le da magia, algo que perdieron las fiestas de la vecina, la prima o la hija de la comadre. Lo que precisamos es algo que nos haga presentes en un movimiento entre desconocidos, ir con la corriente (elegantemente conocida como mainstream), llenar nuestras ganas de estar presentes en lo que sea, que cubra nuestras soledades en esta era de vacíos.
- La historia de la invitación de alcance mundial de Don Crescencio y difundido por estudiantes del Instituto Tecnológico de Matehuala, una escuela a unos 60km del lugar de la fiesta, nos vuelve a demostrar que en las redes no hay fronteras, ni límites en los excesos del uso de la información. El único límite es el hartazgo y no el arrepentimiento de un mensaje emitido, por eso la cancelación fue tan importante como la invitación misma. El asunto entero recuerda que el término “comunidad” ya no tiene nada que ver con un espacio físico, sino con un interés de lo que el otro sabe, quiere saber y formar parte. En estos días la metáfora de la bola de nieve ya no aplica, ya es gigante de origen, por eso no lo pudo detener Don Crescencio, el seguía con esa vieja idea de la bolita in crescendo.
- La ociosidad es la madre de todos los vicios, y también la madre de la filosofía. El ocio por vicio y no por productividad nos hace presas de lo que una horda de sinquehacer ha hecho una prioridad. Lo opuesto al ocio, quien lo niega, es el negocio. Mientras algunos se enteran, hablan, planean la fiesta de Rubí, otros lo hacen rentable. Aviones, condones, maquillajes, bebidas, disqueras… algunos pocos hicieron un gran negocio del ocio de todos.
- Marciana Flores, una vecina de nuestra quinceañera, tiene un hijo que lleva ocho años con diálisis y necesita un riñón. La mujer utiliza la misma técnica del alboroto vía video para ser escuchada y apoyada masivamente. “Así como andan apoyando a Rubí, yo quisiera que me apoyaran a mí”, dice la mujer con tono entre molesto y socarrón. Y bueno, una de las características de estos fenómenos virales es que son desinteresados, imprevistos, involuntarios. El padre de Rubí no buscaba lo que encontró y ahí estuvo su maravilla. Ojalá que doña Marciana no nos acuse de crueles o indiferentes ante su dolor, pero las peticiones se hacen a las instituciones, no a los usuarios de redes que no queremos compromisos, chantajes ni presiones. Nos gusta apoyar a quien nada pretende. A quienes son originales, genuinos e ingenuos, por ejemplo, la señora se podría hacer más célebre si juega con su nombre: flores marcianas, por ejemplo. Deseamos al hijo de la doña una pronta recuperación y que no nos llegue un trágico video no actuado ni preparado sobre el niño, porque entonces sí nos sentiremos culpables.
- En México el Tren de Mame viaja a exceso de velocidad, empero, su recorrido sólo dura XV minutos (de fama). Aquí una lista de XV célebres vagones (y vagonas): #Lady100Pesos; Yorch de Polanco y su chalequito mamador; quien recriminó al Presidente no haber sido consultado sobre la Reforma Energética, el que llamó fascista a Mancera y el que irrumpió en el Nobel de la Paz con una bandera de México; la que explicaba la posición de los lentes y el respaldo del barrio; la señora que reclamó a su empleada que faltaba un chile en nogada; la que se desmayó cuando le entregaron el anillo de compromiso; el enigma de la traición a Coralina en su despedida de soltera y la que citó al amante mientras su esposo estaba en un estadio; la cementera que lloró amargamente por el fracaso del Cruz Azul y el que hizo un drama frente a sus hijos cuando perdieron las Chivas; Andrea, la corregidora del verbo leer; la mujer que tapó el cajero con un suéter; las que se desnudan con uniforme de policía, de PEMEX o del OXXO; la que golpeó a sus vecinos con su perro y a la que golpearon en una taquería; Lady Wuuu; los despreciables lords Ferrari, RollsRoyce y Audi. Son momentos de gloria que ya nadie les quita, que ya nadie recuerda. Pura llamarada del mame.
- Oportunistas, miserables, payasos, palurdos, zánganos, perros, sinvergüenzas… son todos los funcionarios que han hecho de los XV de Rubí una politiquería vulgar, baja, desafortunada. De distintos poderes y distintos órdenes de gobierno, han salido estos gusanos arrastrados a colgarse de una fugaz popularidad para mendigar un poco del reflector que sus capacidades políticas no les dan. Imbéciles aguafiestas.
- La televisión tradicional no entiende que ya no la necesitamos, que ya somos capaces de crear nuestra propia basura. Y no es que esté en crisis, pero sí ha cambiado de rol: ahora son pepenadores de contenidos, esos que creamos con nuestros likes, shares, comments, views y luego desechamos. Cuando las televisoras toman nuestras creaciones las arruina, las rancia. Lo viral es nuestro y por más que se rebajen, se ridiculicen por robárnoslo, no pueden. Todos esperamos ver con ansia qué va a pasar en la fiesta y a nadie se le antoja ver a Rubí bailando el vals por ningún canal.
- María Lebre, una extraordinaria profesora y entrañable amiga, escribió: “… vivo en un país surrealista. Ni sumando las mentes de García Márquez, Julio Cortázar y Guillermo del Toro hubiera creído que algo así pasara”. Tiene razón, miss. Es realismo mágico puro, tipo Algo Muy Grave Va a Suceder en Este Pueblo, Casa Tomada o El Laberinto del Fauno.
- Un popular Trending Topic en twitter es #MexicanDesmadre, en donde se expresan esas características tan nuestras: irreverentes, divertidas, creativas, festivas, atrevidas. Pero el desmadre de los XV de Rubí ya es un fenómeno mundial: ha sido nota de los principales medios de los cinco continentes. Casi mil años después de la cruzada que le tocó vivir, en Medio Oriente vuelven a tener noticias de San Luis, y todo gracias al #MexicanDesmadre.
- Después de la imprenta, casi todos los medios de comunicación enfocan sus mensajes al consumo privado: la TV, la radio, los periódicos entraron a la casa y hoy, desde ahí, trabajamos, estudiamos, nos divertimos. Se masificó lo público y se potencializó la individualidad. Estos polos opuestos de extroversión pública y reclusión casera se juntan por Rubí. Quizá como nunca antes es evidente la unión de estos extremos: un mensaje dirigido a un público privado -vecinos, ranchos aledaños, familiares dispersos- explotó a su máxima masificación que incluye a todos los que tuvieron acceso a una tecnología en la comodidad de sus casas, y que parecía tan cerrada, directa, precisa, limitada, inofensiva.
- Una antigua teoría conocida como El Sexto Grado decía que todos en este planeta estábamos a seis personas de distancia; es decir, teníamos una red que nos conectaba a todos los seres humanos sabiendo buscar a esas personas en común para conocernos entre todos. Ahora la Red es interna, literal, un internet que nos hace no sólo tener un contacto en común, sino un verdadero vínculo. Para sus XV, Rubí ya tiene padrinos en nosédónde, espera a los amigos gorrones de quiénsabequién, y sus papás serán compadres de medio mundo.
- La locura, decía Foucault, no se encuentra en el estado salvaje, existe sólo en la sociedad organizada. La sociedad es quien crea la repulsión y la exclusión. La locura que ha creado esta fiesta fue tan inesperada que ni los Simpsons la predijeron. Y, en este sentido, no nos queda más que, como sigue Foucault, entender que “todo el pensamiento moderno es permeado por la idea de pensar lo imposible”. Locura es pensar lo imposible. Los XV años que parecían locos por impensables, están listos. Ojalá que los pinchemil invitados bailen como locos, sin pensar la repulsión que van a encontrar por los científicos sociales que siguen pensando que lo imposible es lo que no se puede hacer.
- Rubí camina más de una hora para ir a la prepa que atiende a cerca de 30 comunidades rurales, tiene pocas computadoras de las cuales sirven sólo la mitad y las otras no tienen internet. Rubí es lo más destacado de esa escuela sin reconocimiento oficial por la SEP y que sobrevive gracias a las aportaciones de los padres. Ahora que todos los hombres desearíamos ser sus chambelanes, que las mujeres quieren ser sus bestfriends, que su fiesta es nuestra fiesta, su casa nuestra casa, esperemos que también su causa sea nuestra causa, que la atención que se ha puesto en su situación beneficie sus condiciones escolares, que saquen provecho de su celebridad, que se haga leña del árbol caído y alegría de su infancia perdida.
- Este texto es mi muy humilde regalo. Feliz cumpleaños, Rubí.
@wensamezcuamx