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TLAXCALA, Tlax., 14 de diciembre de 2016.- La asamblea estatal del Partido Acción Nacional (PAN) de Tlaxcala, en la que se eligieron los nuevos miembros del Consejo Político Estatal “fue una réplica del sistema, estuvo presente la corrupción y el fraude”.
Así lo considera Sergio González Hernández, expresidente del PAN en la entidad, considera que, más allá del caldeado proceso interno que vivió su Partido en días pasados, a través de las asambleas municipales y estatales, en la actualidad, al interior de Acción Nacional, se vive una etapa inédita que obliga a la reflexión, a la inmediata toma de decisiones.
Y enfatiza, “el tema es más grave de lo que parece, pues estamos siendo una réplica del sistema en cuanto a mapachería. Si se practica la estafa al interior del partido qué podemos ofrecer al exterior. Sí eres generador de corrupción, ya nada tienes que ofrecer a los ciudadanos”.
Señala que la elección de los Consejeros lastimó fuertemente la vida interna del Partido y los actos que se vivieron el pasado 4 de diciembre, hacen que el PAN se aleje de la simpatía de los ciudadanos.
De acuerdo a su experiencia, y a sus 20 años de militancia, lo que hoy vive su partido comenzó a agravarse en el 2012, cuando Felipe Calderón como Presidente de México, emanado el PAN, quiso adueñarse del Partido, lo que propició que el exgobernador Juan Manuel Oliva generara un movimiento al interior del mismo para defender al Instituto político
Y en el caso de Tlaxcala, González Hernández considera que los ánimos comenzaron a exacerbarse cuando el exgobernador Héctor Ortiz Ortiz y Adriana Dávila Fernández buscaron la candidatura al Senado de la República.
Pero Sergio Gonzáles considera que en el año 2000 inició todo, y recuerda:
“La pérdida de esencia democrática del PAN empezó en el año 2000, cuando ganamos la Presidencia del país con Vicente Fox, la emoción que nos generó ese triunfo hizo que pasáramos de los cursos de adoctrinamiento del partido a talleres sobre cómo movilizar gente, cursos sobre análisis para saber cuántos votos se necesitaban en una sección electoral y cómo hacerle para conseguirlos, así como estrategias electorales. Los cursos sobre humanismo se convirtieron en márquetin político”, señala también quien como diputado local fuera el primer panista en presidir la mesa directiva del Congreso estado.
Y a pregunta expresa aclara que su inconformidad no tiene nada que ver con su exclusión del consejo, la derrota de su candidata al Gobierno del Estado de Tlaxcala y menos el hecho de que ya no sea parte de la dirigencia del Partido.
Y apunta que cuando él llega a la presidencia del Partido, asume su puesto con el claro compromiso de darle vida institucional al PAN en dos sentidos: trabajar con apego total a los estatutos y a los reglamentos del mismo.
Esto permitió que nunca se dejara de sesionar mensualmente el Comité Directivo (que hoy es comisión permanente) y dos veces al año sesionó el Consejo estatal, y agrega que la vida institucional bajó a los comités municipales, esto permitió que se discutiera, entre otras cosas, la aprobación del presupuesto del Partido, el análisis de las alianzas y el reforzamiento de las estructuras del Partido.
Aunado a esto, agrega Sergio González, se abrió a la militancia la discusión de diversos temas, se instalaron mesas políticas en donde se tomaron en cuenta a los diferentes liderazgos del partido, participaron las diferentes corrientes, los diversos pensamientos e intereses esto repercutió en procesos electorales limpios y ganadores, que hicieron vislumbrar un triunfo electoral en el 2016.
Sin embargo, cuando se dio el relevo de la dirigencia estatal en el 2014, Carlos Carreón el frente de la misma conforma un comité estatal a modo, “los adrianistas” se hacen del control absoluto de la comisión permanente, le quitan vida institucional al Partido, dejan de sesionar, y han dejado de discutirse temas esenciales, por ejemplo el tema del presupuesto.
Además se crearon comités municipales a modo en donde se excluyó a muchos panistas del estado y se rompió con la base del partido, dejo fuera a exdiputados federales, se olvidó de expresidentes del partido, de exalcaldes y dejó fuera de su proyecto a liderazgos del partido.
“Se dedicó a fortalecer las diferencia, no pudo aglutinar a las distintas corrientes que integran al PAN, dejó fuera a los liderazgos sólo por su conveniencia”, señala quien fuera también exdiputado federal.
Y apunta finalmente:
“La verdad, a la actual dirigencia le quedó grande el PAN, pero lo más lamentable, quien debería tener ese oficio tampoco lo tuvo. La Senadora (Adriana Dávila), quien encabeza ese grupo tampoco tuvo la disposición de hacer un trabajo político intenso, se cerró al diálogo. ¡No hubo trabajo político!”