De norte a sur
· Presión a ebrardistas y sueño fallido de Samuel
· Unidad morenista por instrucción muy superior
· Y en NL contienen a García, esquirol de Xóchitl
La política avanza en vértigo.
Por una parte el oficialismo aprieta sus pinzas con los de dentro y con los de afuera para contener a una oposición cada día con más seguidores pero sin vertebración.
Y mientras tanto, el gobernador neolonés Samuel García sueña con una candidatura presidencial de antemano deshilachada por los enemigos creados por él.
En orden:
El gobierno y su partido aplican varias estrategias para fortalecerse en el poder a fin de cerrar espacios hacia las elecciones del 2024 y no ceder la Presidencia de la República, los estados y los congresos federal y estatales.
El primer paso -y esta semana será clave- es meter al orden a los operadores importantes de Marcelo Ebrard, y al ex canciller mismo, para evitar fugas y mostrar unidad monolítica.
Se utilizan todos los recursos: amago de retiro de posiciones, amenazas de impedirles el paso a aspiraciones futuras, promesas de prebendas y recordatorio de pasados cuestionables y hasta punibles.
En especial se aplica a legisladores, como son ejemplo los diputados Karla Almazán Burgos y Emmanuel Reyes Carmona: a ella le iban a quitar la vicepresidencia de la Cámara y él es sujeto de presiones.
Así no quedarán leales a Marcelo, más allá de sus dudas y zigzagueos.
UNIDAD IMPUESTA
Simultáneamente, se opera en otros frentes.
Todos los gobernadores de Morena y los simpatizantes –Cuauhtémoc Blanco, Ricardo Gallardo, Samuel García– han sido conminados a trabajar para Claudia Sheinbaum.
Ayer vimos la primera muestra en el Michoacán encomendado a Alfredo Ramírez Bedolla, donde la burocracia y el partido se fusionaron en uno en aras de la pregonada unidad.
Sólo se promete lo no existente.
Esto incluye, juego de varias bandas, evitar fugas hacia el Frente Amplio por México, donde sólo hay la figura de Xóchitl Gálvezporque carece de equipo para diseñar estrategia y responder ataques.
Así no resistirá.
TE QUEDAS O ADIÓS
Atrás viene Samuel García.
Impulsado desde Palacio Nacional -el presidente le propuso la candidatura de MC-, quiere emular a su antecesor Jaime Rodríguez, El Bronco, pero tiene el Congreso del estado en contra.
Ha chocado con legisladores priístas y panistas, a quienes critica, desobedece y persigue, y en respuesta ellos le negarán cualquier licencia para irse a hacer campaña.
Dice el artículo 120 de la Constitución de Nuevo León:
“El gobernador no puede ausentarse del estado por más de treinta días naturales sin autorización del Congreso del Estado o, en su caso, la Diputación Permanente”.
No lo podría hacer ni en gira de trabajo, pues no conseguiría los votos. Sigue dicho artículo:
“Tratándose de viajes oficiales, deberá acompañar a su solicitud la agenda de trabajo, así como presentar a su regreso un informe de resultados obtenidos en sus gestiones”.
Pero si aún intenta irse, el Poder Legislativo le tiene preparada la respuesta: no podría regresar a la titularidad del Poder Ejecutivo.
¿Por qué tan radicales?
Ya lo dijeron Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano: va como esquirol del Frente Amplio por México por imposición presidencial a fin de dividir el voto opositor y perjudicar a Xóchitl Gálvez.
De cualquier forma, García tiene ruta abierta para la senaduría de su esposa Mariana Rodríguez.