Centro de Aprendizaje de Ocotlán en abandono: urgen rehabilitación
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de septiembre de 2017.- A las 13:14 horas de este sábado, se cumplieron 96 horas de ocurrido el sismo que enlutó nuevamente a los mexicanos 32 años después de aquél que todavía seguía presente en la mente y en los corazones de muchos.
Cuatro días. Ya casi 100 horas angustiantes para las familias que lo perdieron todo. Pero más, para quienes perdieron a un ser querido o en la angustia de no saber en qué estado se encuentran los todavía desaparecidos.
En la zona cero del edificio de seis pisos que colapsó en Álvaro Obregón 286 de la colonia Roma Norte, no se ha rescatado a alguna de las más de 40 víctimas que se creen atrapadas entre los escombros, fierros retorcidos y vidrios. Tampoco se sabe el estado ni las circunstancias en que se encuentran.
La entereza de la brigada de búsqueda y rescate liderada por las Fuerzas de Defensa de Israel, respaldados por expertos de Japón y elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Medicas (ERUM), estuvieron presentes durante toda la noche. Algunos fueron relevados. Bajaban entierrados, empolvados de concreto. Desgarrados y raspados.
A los elementos de las Fuerzas Armadas del Ejército Mexicano, La Marina y Policía Federal también se les vio incansables. A los voluntarios de la sociedad Civil laboriosos e infatigables.
Tras la pesadilla de un sismo alertado que despertó a la Ciudad de México y Oaxaca, y entorpeció las labores de rescate, no pasó ni un par de horas para reanudar los trabajos de rescate luego de abandonar e ir a una zona segura. Regresaron, pues el tiempo apremia.
Esta mañana, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, regresó a la zona de desastre para mostrar su apoyo a sus compatriotas del cuerpo de élite de bomberos de Los Ángeles, California. A todos los rescatistas y voluntarios nacionales y extranjeros.
A las 15:15 horas se retiró el tercer bloque de concreto de lo que fue el techo del inmueble de oficinas de abogados y despachos contables. Aún no hay contacto físico con ninguno de los atrapados.