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Morelia, Mich., 27 de septiembre, 2017.-A toro pasado, podemos asegurar que las labores de rescate durante el sismo en 1985 fueron tardías y muchas veces torpes. Pero también hay que admitir que el problema fue decenas de veces mayor que lo ocurrido este año. Oficialmente hubo 10 mil muertos, pero bien pudieron ser el doble, porque nadie llevó la cuenta con exactitud.
Hace 32 años, en las estaciones del metro habían cientos de copias con fotografías de personas desaparecidas, incluso hubo recuperación de restos entre los escombros meses después de haber ocurrido el sismo. Además no había redes sociales que convocaran y motivaran a la sociedad en las labores de rescate. Es cierto que hubo miles de civiles que se sumaron a la ayuda, pero ahora hubo mucho más gente, incluso es evidente que la organización y la participación de los civiles fue mayor.
No pretendo hacer menos la aportación de los elementos del Ejército, la Marina, que realizaron una labor de coordinación y orden, pero en ocasiones obstruyeron a los civiles. Pero con todo y lo mencionado ha sido una tarea ejemplar, nunca vista, incluyendo la solidaridad nacional e internacional.
Hasta este martes sumaban 192 decesos en la Ciudad de México; 74 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca. A pesar de la tragedia y de los restos que faltan por rescatar, en el 85 las consecuencias fueron severas, incluso se frenaron actividades durante días en la capital del país. Cientos de familias abandonaron la ciudad para buscar una nueva forma de vida en otras entidades del país.
Las autoridades federales y locales tardaron en reaccionar más de 24 horas el pasado 19 de septiembre. Sin embargo, en el 85 como no había ningún antecedente tan grave, fue una confusión tremenda, en donde la sociedad civil demostró en toda la extensión de la palabra lo que es solidaridad.
Ahora hay que atender las secuelas, sobre todo las miles de viviendas, departamentos y casonas que se derribaron o quedaron fracturadas por los temblores, del 7 y del 19 de septiembre.
El primero dejó aproximadamente 110 mil casas dañadas, y en la Ciudad de México aún no terminan de contar, pero son miles. También hay manifestaciones de solidaridad para la reconstrucción, habrá que ver si los recursos siguen fluyendo porque el reto es enorme, pero no tanto como el espíritu de los mexicanos.