La FGJE logra 82 años de prisión en sentencias por trata de personas
Ernesto Martínez Elorriaga/Quadratín Debate Morelia, Mich., 1° de octubre, 2017.- El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong es sin duda el más político de los aspirantes a la candidatura presidencial por el PRI. Sin duda tiene tablas y es de ligas mayores desde hace ya varios años cuando fue diputado federal y gobernador del estado de Hidalgo.
Es tan hábil que tan solo de unos apuntes en una tarjeta puede lograr un discurso bien estructurado de 10 minutos. Sin embargo también cae en la demagogia y en la simulación que ofende a cualquier ser pensante. Eso sí, como casi todos los actores de su partido y de otras fuerzas políticas que también se las gastan igual.
Es un político al estilo de la vieja escuela, leal pero con aspiraciones. Sin embargo, por tradición le corresponde al Jefe del Ejecutivo decidir quién será el candidato presidencial. La capacidad de Chong no está a discusión, muy por encima del neo-panista José Antonio Meade, o del comodín José Antonio Narro. De Nuño ni decimos, su máxima virtud es ser amigo del Presidente.
Al igual que todos los cuadros priistas, Osorio Chong es bueno para organizar shows a modo, pero es una persona brillante a la hora de hablar, aunque no siempre convence, sobre todo aquellos que tienen al menos un poco de espíritu crítico. Apenas este 30 de septiembre fue el orador oficial en el acto conmemorativo a José María Morelos y Pavón en la capital michoacana.
En un acto no mayor a 30 minutos. Se fue rápido no se sabe si porque tenía otro compromiso en otra parte del país, o porque los maestros de la CNTE andaban en las calles como buscando pelea.
Al menos en apariencia Miguel Ángel Osorio parece ser una persona con calidad humana, pero las apariencias engañan, y hay varios asuntos pendientes que tienen que ver con asunto delictivos que no lo mantienen en la silla de los acusados. Muchos lo dan como descartado, pero eso solo lo sabe el que gobierna este país.