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TLAXCALA, Tlax., 12 de agosto de 2024.- Guadalupe Angoa Solís era una mujer sin discapacidad hasta hace unos meses. Derivado de un ataque cerebral en el hemisferio izquierdo, perdió el habla y la movilidad, estuvo postrada en cama. Sin embargo, Lupita ha evolucionado favorablemente, a través de terapias de rehabilitación.
El pronóstico de su recuperación al inicio no era tan favorable, pero, con el apoyo de su cuñada, es llevada al centro de rehabilitación dos veces por semana. Por ello, personal de la Secretaría de Bienestar Estatal llegó hasta su domicilio, en el municipio de Ixtenco, a entregarle una silla de ruedas.
Debido a que Lupita perdió el habla, asienta su cabeza en muestra de agradecimiento al personal del “Programa de Ayudas Funcionales para Personas con Discapacidad” por la entrega de su nueva silla.
Lupita es una de las más de 54 mil personas que en la entidad presentan una incapacidad.
Para precisar, la discapacidad adquirida se refiere a la que contrae una persona a lo largo de su vida, ya sea que desarrolle una enfermedad o porque sufre un accidente que le deja secuelas de por vida. Por su parte, la discapacidad congénita es la discapacidad con la que se nace, y se desarrolla dentro de los tres primeros años de vida o incluso antes de nacer.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad se clasifica en física, sensorial e intelectual. La primera ocasiona secuelas de poliomielitis, lesión medular (paraplejía o cuadriplejía) y amputaciones. La segunda comprende a las personas con deficiencias visuales y auditivas, así como a quienes presentan problemas en la comunicación y de lenguaje. Y la tercera, se caracteriza por una disminución de las funciones mentales superiores, como la inteligencia, el lenguaje o el aprendizaje, así como de las funciones motoras.
En Tlaxcala, de acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2020 publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 54 mil 323 personas que presentan algún tipo de discapacidad, de las cuales 42 mil 868 se encuentran en condición de pobreza multidimensional, lo que representa más del 50 por ciento de este grupo.
Estas cifras indican que la mayoría de las personas con discapacidad en la entidad enfrentan múltiples carencias y desafíos en su vida diaria. El estudio profundiza que las personas con discapacidad en situación de pobreza extrema suman 7 mil 238, mientras que, en pobreza moderada, 35 mil 630.
Con esa información, el gobierno del estado identificó un grave problema ante el cual trabajó para planear la forma de atender a un sector vulnerable de la población, sobre todo, en favor de aquellas personas que se encuentran en situación de pobreza, pues son ellas las afectadas de manera significativa.
Fue así como, en el cuarto mes de su gobierno, Lorena Cuéllar Cisneros encabezó la primera entrega de 716 apoyos funcionales a personas con alguna discapacidad de los 60 municipios del estado, entre los que se encontraban lentes, andaderas, sillas de ruedas, bastones, muletas, auxiliares, diademas, prótesis y plantillas.
Gracias a la visión de la mandataria, desde el inicio de su administración se priorizó la implementación de políticas públicas encaminadas a mejorar el nivel de vida y bienestar de las familias en cuyos hogares hay personas con alguna discapacidad permanente o temporal.
Así, el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Bienestar, por medio del “Programa de Ayudas Funcionales para Personas con Discapacidad”, ha invertido más de 36.5 millones de pesos en la adquisición y entrega de ayudas funcionales para personas con algún tipo de discapacidad como prótesis para miembros inferiores (transtibiales y transfemorales), sillas de ruedas activas, colchones y cojines antiescaras, por mencionar algunos, las cuales representan una oportunidad de vida, más inclusión y ahorro familiar.
En cada uno de los eventos que encabeza, correspondientes al “Programa de Ayudas Funcionales para Personas con Discapacidad”, la gobernadora insiste en que este sector es prioridad en su gobierno, pues ha trabajado muy de cerca con él prácticamente toda su vida: “Todos los días buscamos a las personas que nos necesitan”.
“Yo soy maestra de niños sordos, de niños ciegos y, durante muchos años, viví lo difícil que era para muchos papás trabajar, sobre todo, al lado de sus niños con discapacidad, pero hoy es mucho más fácil cuando el gobierno está junto a ustedes” platicó.
Con la calidad humana que le caracteriza, en cada una de las entregas de apoyos y ayudas funcionales, la mandataria dialoga y comparte experiencias de cada uno de los beneficiarios.
Ella es atenta y respetuosa de las inquietudes y necesidades que le manifiestan, incluso, de la mejoría que presentan: “Esa es mi mayor emoción como gobernadora: hacerles más fácil la vida, una nueva historia también, todos los días, en miles y miles de personas”.
La titular del Poder Ejecutivo recuerda que el gobierno del estado también ofrece recurso económico para apoyar a las personas con discapacidad que no ingresan al programa federal, porque es hasta los 29 años. Sin embargo, “nosotros ayudamos a nuestro presidente, porque son miles y miles de personas, y hoy todos reciben ese apoyo hasta los 64 años, los que tienen discapacidad permanente”.
Para la jefa de Departamento de Atención a Personas con Discapacidad de la Secretaría de Bienestar, Daniela Rasgado Rodríguez, la detección de personas que requieren de alguna ayuda funcional se realiza a través de recorridos en los municipios para identificar a quienes deben recibir las ayudas en la entidad.
“Vamos focalizando a los beneficiarios, y también llevamos terapia física cuando es necesario, debido a que las personas no pueden salir de sus domicilios o no tienen recursos, ni los medios. Entonces, justamente, seguimos la encomienda que nos dio la Gobernadora, de llegar a las personas que más lo necesitan”.
Rasgado Rodríguez invitó a la ciudadanía que requiera de una ayuda funcional a realizar la solicitud correspondiente.
Esta la pueden hacer en el Parque Kokonetzi, que se ubica a un costado de la Plaza de Toros de Apizaco, o bien, en calle Miguel Hidalgo número 36, en las oficinas centrales de la Secretaría de Bienestar, en la capital del estado.
“Ahí pueden llevar sus documentos para solicitar la ayuda, que son: INE, CURP, comprobante de domicilio, certificado médico y una fotografía de cuerpo completo de la persona que requiere la ayuda, para que puedan ser beneficiarios”, concluyó.
La entrega de ayudas funcionales ha sido un elemento clave para promover la autonomía y la independencia de las personas beneficiarias, contribuyendo así a su bienestar integral.
El impacto positivo de este programa se ha extendido a lo largo de los 60 municipios del estado, asegurando con ello que las personas con discapacidad en zonas vulnerables tengan acceso a los apoyos que necesitan, promoviendo así una sociedad más inclusiva y equitativa en Tlaxcala.