¡El candidato Osorio!
Si la popularidad en las encuestas fuera el método de selección del candidato presidencial del PRI, desde hace cinco años el aspirante sería Miguel Ángel Osorio Chong. Y es que desde el arranque del gobierno de Peña Nieto, el puntero de todas las encuestas -entre todos los aspirantes presidenciales del PRI- es precisamente el titular de Gobernación. Solo en algunos momentos -hacia el último tercio del gobierno de Eruviel Ávila-, el mexiquense se acercó a cinco puntos de distancia del hidalguense. Pero fuera de eso, nadie del PRI y menos de los llamados priistas externos se ha aproximado a la popularidad y la aceptación electoral que desde el arranque del sexenio muestra el titular de Gobernación Más aún, la popularidad de Osorio está lejos de considerarse un fenómeno de temporal o una mera casualidad. En realidad la aceptación sostenida de Osorio en todas las tendencias de voto, en todas fórmulas ensayadas y en todas las encuestas ha superado todas las pruebas posibles. Por ejemplo, Miguel Ángel Osorio se mantuvo como puntero en las encuestas, a pesar de que en los dos primeros años de su gestión frente a Gobernación se produjo la fuga de El Chapo. Hoy se sabe que en ese entonces se comprometió frente al Presidente a que El Chapo sería recapturado. Y lo consiguió. Además, Osorio se mantuvo como puntero, a pesar de las grosera campaña de desprestigio emprendida contra la administración de Peña, desde el arranque del gobierno. Se mantuvo como puntero, pese a que el crimen de los 43 en Iguala fue manipulado y de que se inventó el cuento de que se trató de un crimen de Estado, por lo que se culpó al gobierno federal. Y Osorio se mantuvo a la cabeza de las encuestas a pesar de que la inseguridad y la violencia muestran niveles inaceptables incluso para el propio gobierno federal, como lo reconoció el Presidente en su quinto Informe. Por eso las preguntas: ¿Qué tiene Miguel Ángel Osorio, que es puntero en todos los sondeos? ¿Por qué los encabeza todos, a pesar del llamado “fenómeno Meade”? ¿Por qué ninguno de los aspirantes del PRI ha logrado alcanzar y/o superar a Osorio en las preferencias electorales favorables al titular de Gobernación? ¿De qué está hecho Osorio, como para mantenerse en la punta de las encuestas, a pesar de calamidades sociales y naturales? De manera equivocada algunos dicen que Osorio goza de una atención mediática privilegiada. Esa hipótesis no resiste el menor análisis mediático o político. ¿Por qué? Porque si no se han dado cuenta quienes formulan ese análisis, resulta que, en realidad, a Miguel Ángel Osorio le tocó “bailar con la más fea” en el gabinete presidencial. Es decir, Osorio debe cargar con el peso de todo lo que tiene que ver con violencia e inseguridad en todo el país, a pesar de que buena parte de los delitos son del fuero común. Y el mejor ejemplo de que en ese tema se parte de una percepción equivocada, también la explicó el Presidente en su informe más reciente. Es decir, la mayoría de los delitos de alto impacto son del fuero común -no son responsabilidad federal-, pero la mayoría de los ciudadanos perciben que es responsabilidad del gobierno federal y no de los gobiernos estatales y municipales. Lo cierto es que existen cuatro cualidades de Osorio que, al parecer, lo tienen como “el otro fenómeno electoral” del PRI y que, por ello, nadie lo debe descartar como candidato presidencial del tricolor. En primer lugar, nos referimos a la habilidad que tiene para conectar con audiencias, sea en corto o en auditorios amplios. En este caso es importante la comunicación que logra con esas audiencias que, al final, lo califican como un político que comunica bien y de manera directa. En segundo lugar, aparece la incansable capacidad de trabajo que deja ver a Osorio en todos los frentes y en todos los escenarios. No es casual que -por ese incansable activismo-, entre los suyos sea motejado como El Todo Terreno. En tercer lugar, aparece una cualidad que no es fácil encontrar entre muchos de los integrantes del gabinete. Es decir, es el único del gabinete que al pan le dice pan y al vino, vino. Pocos se atreven, por ejemplo, a enfrentar de manera directa a los adversarios del PRI y del gobierno, como a López Obrador y Ricardo Anaya, entre muchos otros. Y en cuarto lugar -y acaso la principal cualidad-, Osorio Chong es el más priista de los integrantes del gabinete, sino es que es el único priista de hueso colorado. Y casualmente esa identidad partidista y esa pertenencia al PRI, es lo que tiene a Osorio en la punta de las encuestas. Por eso la pregunta: ¿al elegir al candidato presidencial, en los próximos días, el presidente Peña Nieto olvidará al PRI? Es pregunta. Al tiempo