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ACAPULCO, Gro., 8 de febrero de 2018.- La Arquidiócesis de Acapulco negó que los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, y sus acompañantes, hayan tenido algún conflicto con personas en el baile al que acudieron en Juliantla y que haya desencadenado en el ataque en el que los curas perdieron la vida, como afirmó el fiscal Xavier Olea Peláez.
En un comunicado, la Arquidiócesis señaló que hay cuatro sobrevivientes de la agresión armada: la hermana del padre Germaín, un profesor, un pescador y una química, quienes rechazaron haber tenido algún problema dentro del recinto del evento.
Asimismo indicó que estas cuatro personas relataron que “al venir de regreso a Taxco rebasaron el carro de los agresores, que fue tras ellos, los alcanzó, les obstruyó el paso y los baleó”.
Sobre las fotografías compartidas en redes sociales en las que se ve al sacerdote Germaín Muñiz “flanqueado por personas armadas y encapuchadas”, explicó que, de acuerdo con el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, las imágenes “fueron tomadas una ocasión en que el padre (Germaín) pasaba por ese camino para ir a atender comunidades de su parroquia”, y “no son prueba de que este sacerdote se encuentre involucrado en el crimen organizado.