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TLAXCALA, Tlax., 16 de febrero de 2018.- Con el inicio de la cuaresma el pasado Miércoles de Ceniza, las familias acuden al mercado local de la capital para comprar pescados y mariscos y con ello seguir la abstinencia marcada para los días viernes.
Sin embargo al acudir a comprar sus productos se encontraron con que los mariscos y pescados incrementaron su precio hasta en un 15%, el pulpo alcanza los 200 pesos el kilo, los camarones medianos en 200 pesos el kilo y las mojarras hasta en 130 pesos.
En entrevista con la señora Salomé Flores, encargada de la pescadería “El tiburón”, que se encuentra al interior del mercado local Emilio Sanchez Piedras, refiere que el incremento al precio de los productos se debe a las alzas constantes en el precio de los combustibles.
“Estos productos no es que sean caros sino que aquí lo que pasa es que el trayecto hace que suba de precio, tomando en cuenta que la gasolina es un producto muy elevado de peso.”
Así mismo reconoce que al inicio de la cuaresma es difícil levantar las ventas debido al desconocimiento que tiene la población en cuanto a los inicios de estas fechas de abstinencia, sin embargo aquellos que preservan las tradiciones católicas acuden a comprar pescado sierra y mojarra, productos que refiere doña Salomé no pueden faltar en esta temporada para ofrecer a los clientes.
Agrega que inclusive pese a las fechas de asueto las ventas de pescados y mariscos no se elevan sino que se mantienen en un 35% y estas difícilmente se incrementan en comparación de años anteriores, alude que esto se debe además a que alrededor de un 60% de personas son las que conservan la cuaresma y acuden a comprar sus productos de carne blanca.
Pese al incremento de precio, doña Salomé asevera que no se han alterado los precios como en otros lugares e inclusive dijo se encuentran regulados por PROFECO en cuestión de precios y de las basculas las cuales no pueden ser alteradas por que se encuentran debidamente verificadas.
Este es el primer viernes de cuaresma y hasta este momento las pescaderías ubicadas al interior del mercado local lucían vacías, por lo que vendedores esperan que sean los días jueves y viernes santos cuando sus ventas se regulen.