Poder y dinero
Formidable entrevista que dio López Obrador a Milenio Televisión.
Carlos Marín mal, conduciendo y peor argumentando, al confundir el concepto Pueblo, con delincuentes muy organizados.
Sé que es imposible en una simple colaboración, diseccionar tan destacada entrevista.
Lo valioso de la entrevista es que ahí está, para que todas y todos, la puedan ver, escuchar, analizar, discutir y sacar sus propias conclusiones.
Lo que digan sus seguidores, sea para confirmar o para pretender aclarar lo ahí dicho por su candidato, es por demás.
Fue muy claro López Obrador, está en contra de las Reformas Estructurales, en particular de la Reforma Energética y de la Reforma Educativa.
Quienes tomaron partido en contra de las Reformas Estructurales, estarán de plácemes y seguramente, se frotan las manos diciendo: “ya la hicimos”.
Quiénes son: precisamente los dirigentes gremiales que han vivido en y de la corrupción, tanto del sector energético como del sector educativo.
Porque si algo tienen las Reformas Estructurales, es transparencia. Ahí están bajo el escrutinio público nacional e internacional, todo el tiempo. Antes de las Reformas Estructurales, no había transparencia, todo se hacía en lo “oscurito”, nadie y a nadie entregaban cuentas.
Andrés Manuel afirmó en Milenio Televisión: “… la Agenda nuestra… va a ser combate a la corrupción, porque ese es el principal problema”.
¿Cómo? Si parte importante de los cuadros que compiten como candidatos de sus partidos aliados y varios de ellos, en las listas de plurinominales, no son cuadros que puedan presumirse de impolutos.
No solo ellos, el propio Andrés Manuel, no es impoluto y sin embargo, tuvo la audacia (recuerdan que Hugo Éric Flores, el pastor del Partido Encuentro Social (PES), lo denominó el nuevo Caleb) de reafirmar su credo presidencialista en Milenio Televisión: “… depende… de un sistema presidencialista, la actitud, el comportamiento del presidente…”
López Obrador cree que basta y sobra con que él sea el presidente y que con su actitud, su comportamiento, toda la pirámide gubernamental dejará de ser corrupta. Seguramente no quiere recordar que la información de los segundos pisos de la ciudad de México realizados durante su mandato, permanecen aún como información reservada. ¿Se le habrá olvidado lo que pasó con su secretario de Finanzas?, ¿Lo que pasó con el esposo de Claudia Sheinbaum y René Bejarano, cuando “las famosas ligas”?
Para ratificar su credo presidencialista, vean otra de sus audacias dichas en Milenio Televisión: “El presidente de la República…es… el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, yo voy a asumir esa responsabilidad…” (¿Cómo Chávez y Maduro?)
Aceptó que el combate a la corrupción lo puede encabezar una Fiscalía autónoma, dijo en Milenio Televisión: “Sí… el presidente proponga (suponiendo que supone que él propone y envía) la terna al Congreso…”
Aquí, resbaló igual que Carlos Marín: “Le tengo mucha desconfianza a todo lo que llaman sociedad civil o iniciativas independientes”. (Dicho en la entrevista de Milenio Televisión).
Con relación al aborto, matrimonio igualitario y adopción de menores por parejas del mismo género, dijo en la misma entrevista: “Consulta a los ciudadanos. Hay una legalidad vigente, que se respete. Lo que ya está se mantiene… en éstos casos se consulte” (¿Por fin?, ¿Se mantiene o se consulta?).
Parafraseando por enésima vez al Nigromante, repitió: “Yo me hinco donde se hinca el pueblo”. Aunque también dijo: “Creo en el Estado laico”. Y sin embargo, el Estado laico fue hecho añicos cuando el PES lo ungió su candidato. El acto público y oficial, no ha sido cuestionado ni impugnado por nadie, siendo claro que tanto el candidato, Andrés Manuel, como el propio PES, violaron flagrantemente el artículo 25 numeral uno, en cuanto a las disposiciones contenidas en los incisos i), m) y p), de la Ley General de Partidos Políticos, como podrá corroborarse leyendo sus disposiciones.
Y Andrés Manuel, rubricó: “Soy… legítimamente ambicioso… no estoy obcecado con ser presidente… no es ego, es buscar ni siquiera hombre de Estado, quiero ser hombre de Nación”. (¡Cuidado! ¿Creerá ya, que el Estado es él?)