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MORELIA, Mich., 7 de mayo de 2019.- En una gran hazaña y una terrible actitud del Barcelona, Liverpool remonta al conjunto español por 4-0 (global 4-3), y de esta manera se instalan en el Wanda Metropolitano de Madrid, para disputar la gran final de la Champions League.
El sueño por alcanzar la gran final lo pondría en marcha Divock Origi, tras estar en el momento oportuno en un rebote que originó Jordan Henderson, quien entraba a velocidad con el balón y ante el manotazo de Ter Stegen, el esférico le quedó sobre los pies del delantero belga apenas a los 6 minutos de juego. Con un claro dominio de la pelota, los rojos se marcharon al descanso sin saber lo que depararían los últimos 45 minutos.
Reanudado el complemento, al 53′, la zaga culé desconcertada perdió el balón en zona peligrosa y acabó con el 2-0, a obra del holandés Georginio Wijnaldum, quien llegó a cerrar la pinza desde la media luna, en una gran asistencia de Trent Arnold, desde la banda derecha.
No tardó ni dos minutos para que el mismo Georginio con un cabezazo festejara el empate en el global, al conectar una asistencia ahora desde la pradera izquierda a cargo de Xherdan Shaqiri.
La euforia se desataría con la cuarta anotación que sentenciaba la eliminación del Barcelona, por un auténtico juego patético sobre el Anfield Road.
Origi nuevamente se haría presente en el marcador con un remate con la derecha desde el centro del área a la escuadra izquierda, en un saque de esquina.
Sin más acciones importantes, el silbante turco Cuneyt Cakir, anunció el final del partido y se consumó la hazaña del conjunto inglés en complicidad de una patética actuación de los dirigidos por Ernesto Valverde, quienes pecaron de exceso de confianza y perdieron la ventaja de tres goles en su casa.