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GUADALAJARA, Jal,. 23 de mayo de 2020.- Un día como hoy pero de 1967 nace en la Ciudad de México, Luis Roberto Alves dos Santos Gavranic, mejor conocido como Zague, el segundo hijo de la leyenda americanista y brasileño de nacimiento, José Álves, el Zague original.
Aún y cuando su padre era un destacado futbolista, a Zaguito no le llamaba la atención el balompié, sino la Fórmula 1, ya que sus ídolos eran los pilotos Emerson Fittipaldi y Nelson Piquet: el que se perfilaba para el mundo de las patadas era su hermano, José Carlos.
A los tres años de edad deja la Ciudad de México para irse a Brasil y años más tarde, a los 17, se enrola en las Fuerzas Básicas del Corinthians, escuadra de la que su progenitor era figura y en la que ya comenzaba a destacar, tanto, que la prensa carioca lo catalogó como El Hijo del Lobo Solitario.
Un año antes del segundo mundial en México (1986), los dirigentes del América se enteran que el hijo de la José Alves emulaba los pasos de su padre de forma importante, por lo que emprendieron el viaje rumbo a Brasil para firmarlo.
Los directivos azulcremas logran el objetivo y fichan al espigado jugador con tan solo 18 años, llegando a México en la temporada 1985: luego de estar tres meses en la capital del país, la ciudad fue sacudida por la desgracia más grande: el terremoto, lo que le hizo pensar el retornar a su nación.
Al final se queda y debuta el 1 de noviembre de ese mismo año, en un partido contra la Universidad de Guadalajara y un mes con 21 días después, marca su primer gol como americanista ante el Puebla, en la jornada 11 de ese torneo, donde las Águilas se llevaron el triunfo por la mínima.
Con los Cremas se convierte en toda una figura, al ser el máximo anotador en la historia del equipo con 143 goles, por encima de su propio padre (86), Francois Omam Biyik (50), Osvaldo Castro Pata Bendita (45), Cuauhtémoc Blanco (111) Enrique Borja (97), Carlos Reinoso (81) entre muchos otros.
Como Águila juega 12 años con un total de 192 anotaciones y logra dos copas de liga, dos Campeón de Campeones, una Copa Interamericana y tres Ligas de Campeones de Concacaf.
Con ese historial, parte al Atlante y en su primer año con los Potros (1996-1997) manda 17 balones en la red y después emigra al Necaxa, camiseta con la que se retira y anota 27 goles, siendo del año 2002-03 su mejor campaña con 10.
Su paso por la Selección Mexicana es destacado, al disputar 41 cotejos desde su primer llamado en 1988 hasta el 2002, siendo este último año en el que no logra hacerse presente en las redes enemigas.
Es campeón de la Copa NAFC celebrada en Estados Unidos (1991) y la Copa de Oro de Concacaf con sede en Estados Unidos y México (1993), certamen en el cual logra marcar siete goles a Martinica, en la goleada del TRI de 9-0 y en la premiación le fue entregada la Bota de Oro por ser el máximo anotador de la justa con 11 dianas.
Previo a estos galardones, fue Subcampeón en la Copa América de Ecuador en 1993, siendo la primera participación del equipo azteca en dicha justa, acompañado de una generación que cautivó a todos junto a Jorge Campos, Claudio Suárez, Ramón Ramírez, Alberto García Aspe, Luis García, entre otro, dirigidos por Miguel Mejía Barón.
Consigue el tercer lugar en la primera edición de la Copa de Oro de 1991 luego de vencer a Costa Rica y otro tercer sitio en la Copa Confederaciones de 1995, celebrada en Arabia Saudita, además de mundialista en 1994 en Estados Unidos, al llegar a los Octavos de Final ante Bulgaria y parte del equipo que llegó a Cuartos de Final en 1995.
Desde el 28 de diciembre del 2017 es parte del grupo de comentaristas en Azteca Deportes, al lado de Jorge Campos, Cristian Martinolli, Luis García, David Medrano y Carlos Guerrero, en donde retoma su popularidad con la afición mexicana y cada que está en una transmisión de futbol se la pasa Impreshionanti.