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GUADALAJARA, Jal; 29 de diciembre de 2018.- Carlos Salcido cerró su ciclo en Chivas. Dolido y de la manera que no le hubiera gustado, este sábado en la sala de prensa del Estadio Akron, el capitán rojiblanco dijo adiós a su carrera como futbolista, luego de la mala relación que tenía con el técnico José Saturnino Cardozo. “Agradecer a gente que realmente se lo merece.
Primero quisiera empezar agradeciendo a Jorge Vergara, creo que me quedaré corto en agradecerle primero por la confianza de haberme permitido regresar al equipo, también por la manera que me ha tratado a mí y a mi familia(…). Segundo a Amaury que ha sido una persona que en los últimos meses estuvo más cerca del equipo.
Le agradezco esa buena vibra y energía que tiene, le agradezco este tiempo que pasamos, esa buena onda, lo bien que lo pasamos con el tema de la película y situaciones de esas.
Con él sí me tocó despedirme, sí le agradecí y él sabe lo que estimo a su padre, lo que lo estimo a él y lo que estimo totalmente a esta institución”, fue con lo que empezó la charla que duró casi 40 minutos.
Salcido trató de explicar de la mejor manera lo que realmente pasó y, por lo que al terminar su participación en el Mundial de Clubes, decidió retirarse cuando aún le quedaban seis meses de contrato con el Rebaño Sagrado.
“Realmente en lo personal lo quería terminar, tenía planes para terminar el contrato. Decidí hacerme a un lado por el trato, por así decirlo, un trato que a lo mejor no sentía que era bueno. En estos seis meses nunca tuve empatía con el cuerpo técnico, con el entrenador, eso lo sabe toda la gente.
Simplemente tomé la decisión de hacerme a un lado, respetando siempre a la institución, respetando siempre a mis compañeros y respetando siempre a toda la gente que siempre ha creído en mí.
“No quiero profundizar en detalles, simplemente me voy dolido por el tema de que no quería salir de este equipo así, no quería hacerme a un lado, pero digamos que no aguanté más”, externó.
El defensa rojiblanco siempre ha externado el gran amor que le tiene a la playera del Rebaño Sagrado y aunque siempre pensó que colgaría los tachones de otra manera, las cosas no salieron como él esperaba y tuvo que hacerse a un lado.
“Han sido momentos muy padres todos, pero sabes con qué me voy… En la película hay un segmento donde digo que me puse la camisa de Chivas y dije en mi puta vida me la vuelven a quitar. No me la quitaron, hermano, me la quité yo solo. Esa es la realidad y con eso me voy”.
El nacido en Ocotlán narra que lo que más coraje le dio es que el estratega paraguayo no le hubiera hablado de frente sobre los verdaderos planes que tenía con él, algo que terminó enterándose cuando lo escuchó hablar ante los medios de comunicación.
“Yo soy una persona que siempre va de frente, soy una persona que hablo las cosas como son. Sacaron hace dos meses que estuve hablando con el entrenador como una hora en un campo de juego, después lo escuché hablar en una rueda de prensa otra situación. Me voy dolido por el tema de cómo salgo de esta institución que yo quiero mucho. Hubiera querido que las cosas se dijeran de frente, sin ningún problema. Soy una persona que puedes hablar conmigo sin problema, hubiera querido simplemente que si no entraba en un plan me dijeran de frente, que si querían algo, lo dijeran de frente y no pasaba nada”.
Y expone en que la situación ya era insoportable al punto en que ni la palabra le dirigía Cardozo y en la que nadie de la directiva hizo nada para solucionar las cosas.
“Ustedes vieron que Mariano Varela dijo que yo me había hecho a un lado. Yo fui el que me senté con (José Luis) Higuera y le pedí el hacerme a un lado. No aguantaba más. Le dije que me quería hacer a un lado. Incluso, hasta tocamos el Mundial de Clubes. No puedo estar, ni conozco una persona que esté en un lugar donde no esté contento, que vaya a trabajar y ni siquiera le hablen, que ni siquiera lo volteen a ver, no conozco alguien que no disfrute su trabajo. Cuando ves muchas cosas, lo mejor es hacerte a un lado. Lo había hablado antes y no me lo dijeron de frente. Después, fui yo el que tomó la decisión. Me reuní dos veces, pero yo pedí reunirme con las personas, no es que ellos me hablaran a mí. Hablé lo que tenía que hablar, dije lo que tenía que decir y ya está”, revela.
A pesar de la manera en que se va del equipo de sus amores, Salcido espera que les vaya muy bien y por lo pronto lo estará apoyando como un fan más y confía en que no le cierren las puertas porque su hijo entrena en las inferiores.
“Ahora como fan voy a mandar siempre mi buena vibra, conozco a los compañeros y sé que les irá muy bien. Conozco a la gente que llega como refuerzos, ojalá se acoplen rápido, espero en Dios que entiendan rápido lo que es Chivas lo que significa Chivas, espero en Dios que desde el primer partido el equipo se vea con esa ganas y esa hambre de campeones, no de calificar a una Liguilla, de ser campeones, porque tienen todo.
Me estaré echando unas vueltas a Verde Valle, espero poder entrar, porque está mi hijo y tengoque hacerla de papá y estar ahí acompañándolo. Que no se malinterprete, fue lo primero que me dijo mi hijo -¿Y si vas a poder entrar?, soy tu papá wey.
Pero todo bien, Dios quiera que me permita ver lo más rápido posible a mi equipo campeón”, es así como se despide Carlos Arnoldo Salcido Flores tras 17 años de carrera profesional en la que logró tres títulos con el PSV de Holanda; 2 con Tigres; 5 con Chivas; una Copa de oro y una presea áurea de Juegos Olímpicos con la Selección Mexicana.