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Recomiendan tener cuidado en el consumo de productos del mar
Amas de casa de la capital del estado acuden al mercado de la demarcación para comparar precios, así como en el tradicional tianguis de temporada que año con año se establece en las calles del lugar.
Comentaron que para crear la ofrenda se necesitan veladoras, pan de muerto, flores de cempasúchil y terciopelo, papel picado, incienso, copal, diversas frutas, así como los gustos terrenales de la persona que murió, incluyendo platillos y bebidas.
El Día de Muertos es una de las tradiciones más importantes para los mexicanos y una parte fundamental son los altares y ofrendas de muertos que elaboran para sus seres queridos que ya fallecieron, cuyas características varían dependiendo de la región.
A pesar de la crisis económica que se vive cada año al interior de las familias, éstas mantienen viva la tradición.
Al respecto Úrsula González, ama de casa, sostuvo que la colocación de una ofrenda sencilla va desde los 600 hasta los dos mil o tres mil pesos, principalmente “porque en esta temporada la flor y el pan suben mucho y es lo que más caro encontramos en el mercado”.
Mientras que Alejandra Castillo, comerciante de temporada afirmó que en la actualidad hay mucha gente que ya no se “atreve” a colocar una ofrenda adornada con todo y su altar, “porque simplemente ya no alcanza, no es porque nuestros muertos no se lo merezcan, es que de lo que se ocupa ya está todo por los cielos en cuento a sus precios”, dijo.
Agregó que ahora la gente se limita a colocar una ofrenda sencilla, con sus veladoras, agua, pan y un poco de flor “para que no se vea triste lo que se comparte con los muertitos.
“Lo importante es que no se dejen pasar estas fechas que, para las familia que tenemos poco para el ofrecimiento, no se pase de largo y nos hagamos los occisos para no ponerle nada a nuestros seres que ya se nos adelantaron”, recomendó.
Así, pequeñas o grandes ofrendas, los tlaxcaltecas conservan la tradición de colocar altares para recordar a sus muertos, que año con año, según las creencias, visitan a los vivos para compartir los alimentos y honrar su recuerdo.