INAH dona arte tlaxcalteca para exposición en España 2025
Morelia, Mich, 13 de agosto.- La delincuencia organizada no solo ha tenido fuerte presencia en las comunidades nahuas y purépechas, sino incluso se logró infiltrar entre las autoridades municipales. Me refiero no sólo a las policías sino entre los funcionarios de los ayuntamientos y autoridades comunales.
El problema se ha reducido un poco, pero ahí sigue. Cherán fue un claro ejemplo de sometimiento y liberación. Hay grupos de la delincuencia que han estado incrustados en Nahuatzen, Paracho,Urapicho, Tanaco, entre otros pueblos de la Meseta.
En marzo de 2017, comuneros de Capacuaro, municipio de Uruapan, retuvieron 16 vehículos para exigir la liberación de 12 compañeros, entre ellos, el jefe de tenencia Jesús García Rojas y dos guardaespaldas, a los que les decomisaron drogas y armas.
La crisis de seguridad inició en la región purépecha en las últimas dos décadas. El jefe de plaza de Paracho, Mauricio C. Hernández cometió decenas de secuestros y homicidios.
Finalmente fue ultimado en agosto de 2012. Pero al igual que sucede en otras regiones de la entidad hay muchos otros que siguen por el mismo camino.
Hace apenas unos dos años, el consejero de Cherán, Trinidad Ramírez comentó que no conocen Michoacán quienes piensan que 95 por ciento de la delincuencia organizada se ha desmantelado en la entidad; basta observar lo que ocurre todos los días.
Durante décadas la Meseta ha sido zona de conflictos: El 80 por ciento de las comunidades ha tenido problemas por los límites de tierra con los pueblos vecinos.
El saqueo de madera ha sido una práctica, porque la mayor parte de los habitantes de estos pueblos carece de bosques.
Hay casi tres mil industrias forestales, de las cuales 79 por ciento son consideradas talleres para la fabricación de muebles y artesanías, y el resto para la fabricación de cajas de empaque y otros productos.
En las últimas dos décadas se han perdido casi 40 mil hectáreas de bosques y 135 mil registran algún nivel de degradación.
Esto es la zona purépecha, que ante la deforestación y la siembra de aguacate comienza a tener problemas serios para obtener agua. Además de la creciente población que supera los 300 mil habitantes.
Pero sin lugar a dudas, la seguridad es el problema más urgente por resolver, al igual que en todo Michoacán y todo México.