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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero de 2022.- El investigador del Instituto de Geología (IGl) de la UNAM, Francisco Vega Vera, participó en el estudio de huellas de aves del cretácico tardío, de dos localidades reportadas recientemente para Coahuila, con una antigüedad aproximada de 66.1 millones de años, lo que permite documentar la convivencia entre éstas, pterosaurios y dinosaurios. Una de las localidades fue encontrada por el naturalista coahuilense José Flores Ventura.
Se trata del registro con mayor diversidad de pisadas de aves –de tipo semipalmeado– que se ha documentado y que data de una edad cercana a la extinción de los dinosaurios (66 millones de años), en un ambiente próximo a la antigua costa de Coahuila, señaló Vega Vera.
También se encontró el registro de pequeños invertebrados (nematodos y larvas de insectos, entre otros), “asociación que sugiere que los vertebrados se alimentaban de materia orgánica que se acumulaba en esteros o marismas cercanos a la costa”.
“Estamos confirmando lo que otros investigadores en el pasado habían interpretado para este paquete de sedimentos, es decir, que se trata de un ambiente transicional entre agua dulce y marino”, afirmó Vega Vera.
En otra de las localidades estudiadas, por encima del nivel con huellas, se encontró una capa de sedimentos con esférulas, producto del impacto del asteroide de Chicxulub, en la península de Yucatán, el cual generó alteraciones que derivaron en la extinción de los dinosaurios y otros animales.
La presencia de las esférulas a pocos metros por encima de las huellas, apoya la edad estimada para esta asociación entre aves, pterosaurios y dinosaurios, de aproximadamente 66.1 millones de años, es decir, 100 mil años antes de la gran extinción del final del Cretácico.